Los fantasmas de Scrooge
Ambos nos entregan una cinta que de por si es una belleza no sólo por su historia sino por la pulcritud de su puesta en escena. Ahora, no se vaya a pensar que es una película endulcorada por el hecho de ser navideña; todo lo contrario, pues respetando el espíritu de la novela, Zemecking nos entrega una cinta cargada de dramatismo y por momentos, incluso, muy dura. Por su parte, Carrey encarnar magistralmente al clásico gruñón mostrándonos el proceso de transformación de su corazón con la presencia de ya famosos fantasmas dickenianos.
En resumen, una cinta que nos recuerda que hay que ya llegó el mes de los preparativos de regalos y panetones, pero que posiblemente no sea tan apreciada por los niños, pues escapa del clásico formato infantil para convertirse en una cinta casi exclusivamente para ser apreciada por el ojo adulto. Están advertidos.