Sector 9

Nuevamente el género de la ciencia ficción se apodera de las salas con esta cinta que tiene la firma de Peter Jackson (El señor de los anillos, King Kong, etc.) en la producción, lo cual garantiza su visión. Si bien la historia gira alrededor de la clásica relación entre nosotros, los humanos, y los extraterrestres, el ángulo de esta cinta es totalmente diferente.

Para empezar, en Sector 9, la extraña nave que llega del cielo no se posa en Nueva York, clásica parada de toda aventura alienígena, sino en una ciudad de Sudáfrica. Por otro lado, los extraterrestres no llegan para invadirnos y mucho menos destruirnos, sino lo hacen tranquilamente; es más, llegan desvalidos, necesitados de ayuda, y es aquí donde la cinta adquiere el tono dramático, pues, los malvados, terroríficos e infames resultamos siendo nosotros, los humanos.

Es a partir de ese momento que más que una cinta de ciencia ficción, la película adquiere un tono denunciativo (incluso, el formato documentalista con la que está presentada, ayuda a percibir eso) sobre el abuso de poder, la exclusión, el maltrato a lo diverso, las mafias que se tejen tanto en el campo científico como militar, etc.
Es decir, lo que se consigue con la cinta es que tras el ropaje de la ficción se termina haciendo una acusación a las actuales relaciones societales que nos ha llevado esta globalización que nos trata igualitariamente en el campo comunicativo, pero de manera extremadamente disímil en lo económico, científico, etc.

Desde ese ángulo, la cinta invierte los clásicos papeles de este género, pues aquí es la sociedad humana, y no los extraterrestres, los que destruirán el planeta, ya que el hombre está atravesado y dominado por el miedo, la avaricia y la soberbia. Es decir, una cinta que nos entretendrá, pero, básicamente, nos ayudará a reflexionar con un estímulo novedoso.