Star Trek

Una de las viejas leyendas visionarias del mundo televisivo, generadora de miles de fans y comunidades soñadoras de mundos extraterrestres, retorna a la pantalla grande para contarnos la génesis de los personajes claves del famoso Enterprise: el capitán Kirk y Spock.

Son tantas veces que la famosa serie televisiva ha sido llevada al cine que ya perdimos la cuenta. Hay que recordar que no todas fueron felices adaptaciones, pero había cierta linealidad. En esta ocasión, bajo la batuta de J.J. Abrams, lo que se nos presenta es una precuela, muy al estilo de George Lucas con su otra famosa saga Star Wars.

Es decir, aquí veremos los orígenes, desde la forma como Kirk, muchacho rebelde, llega a capitanear la también recién estrenada Enterprise, la rivalidad y posterior amistad entrañable con Spock, así como al resto de personajes que desde la serie televisiva formaron el universo de millones de seguidores desde la década sesentera.

La cinta, como es de esperarse, tiene escenas donde destaca la espectacularidad visual (aunque hay que reconocer que en cuestión de personajes extraterrestres, Lucas es más imaginativo), acción, drama, toques de humor y, puesto que el asunto es entretener, algunos “mostritos” un poco innecesarios para nuestro gusto, pero en conjunto es una cinta que recrea y, principalmente, nos conecta con nuestros recuerdos infantiles. Esto último se hace más fuerte cuando aparece el Spock original, el notable Leonard Nimoy quien prácticamente, a pesar de su bien entrada etapa otoñal, termina robándose la película.

Una cinta que es la mejor entrada de la semana a salas mistianas y de visión obligatoria para los fanáticos, a menos que se sientan extinguidos, desaparecidos, como Vulcano.