Valkiria
Bajo la dirección de Bryan Singer y con una puesta en escena impecable, la película va desarrollándose en base al suspenso que significó penetrar en los recovecos íntimos del dictador para lograr el objetivo. Así, el director nos sumerge no sólo en el ambiente físico, son también sicológico del entorno donde, como juego de ping pong, se conjugan las pasiones y fe absoluta a lo que decía el líder, de sus leales miembros, y las muestras de reflexión y cordura, del grupo conspirador.
En ese sentido, la cinta no sólo nos muestra un trazo de un capítulo histórico que aún le duele a la humanidad, sino que también nos explica las razones por las que se alcanzó tan altos niveles de demencia; es decir, la verticalidad incuestionable y la disciplina rayante con la locura, tal como les gusta a los dictadorzuelos.