La guerra de los clones
Un fanático a la Guerra de las Estrellas, la máxima producción salida de la imaginería de George Lucas, me animó a ver esta película que, a pesar de ser animada, la consideraba fundamental, mucho más si se trata de encontrar una nueva ocasión para resolver varios de los cabos sueltos que Lucas ha dejado en su, por momentos, enrevesada historia.
Después de verla, entendemos mejor porqué los fanáticos son tan vehementes en sus apreciaciones, puesto que la cinta sólo puede ser apreciada justamente por esa legión de admiradores incondicionales de la saga, pero no por mortales comunes y silvestres. Es más, luego de ver la maravilla visual que es Wall.e, esta cinta animada sólo queda como una caricatura mal hecha.
Esta es pues una cinta exageradamente de culto, al extremo que sólo podría interesar a quienes desean debatir qué extraños problemas galácticos han hecho que ahora el Jedi luche y rebane androides, pero vestido con minifaldas. Ahora, si con esta película Lucas lo que ha querido es hacer una campaña para lanzar su próxima producción televisiva, también de Star War, entonces lo ha conseguido. Bien por él y su fanaticada.