El orden, según García
Eso fue el año pasado. En estos momentos la pobreza debe estar en alrededor de 41%. Si continuamos, nos acercaremos al 30%. Ese fue un compromiso que consideraron arriesgado, pero con la velocidad del crecimiento y con las políticas sociales que se están haciendo estoy convencido de que vamos a una reducción drástica de la pobreza.
Pero hay una brecha entre pueblos costeños y la sierra, como Huancavelica con 84% de pobreza…Hay una partición en dos países que la geografía impulsa. No deben olvidar que hay 82 mil centros poblados y de esos 80 mil son rurales. El Perú es un país de villorrios. Entonces, sin una política de reconcentración territorial, que evite esa dispersión que conduce a la miseria, no habrá una política seria de lucha contra la pobreza. No solo es vacunar, llevar alimentos, sino fundamentalmente redistribuir nuestra población.
¿El reparto de alimentos podría leerse como una medida desesperada antes que una real política de lucha contra la pobreza?
No. Las políticas de lucha contra la pobreza están en el programa del Seguro Integral de Salud (SIS), Juntos, Crecer, alfabetización, Agua para Todos, electrificación rural. Pero tener las cosas listas no significa ser tan tonto para no añadir nada nuevo si es que hay un evento como el alza brutal del trigo en 150%. Entonces qué, no toco nada para que no digan que estoy improvisando. No, no. Se tiene que añadir cosas. ¿Cómo? Identificamos primero a 100 mil familias que son las que sufren el impacto. Si les damos 50 o 100 soles, los diarios dirán que se los gastaron en cerveza. Siempre habrá crítica en el Perú, que es el país de los quejosos. Entonces, mejor nos damos el trabajo de identificarlos uno por uno y llegamos al domicilio para entregarles una bolsa equivalente a 25 soles. Es una compensación. No le doy todo lo que comen mensualmente. Eso es mejor que no hacer nada.
En la última encuesta de El Comercio lo primero que pide la gente es trabajo y en cuarto lugar están las bolsas de alimentos…
Encueste usted a los que han recibido las bolsas y no a toda la población en conjunto, eso es irreal, eso es buscar una respuesta negativa. En segundo lugar, el trabajo no cae del cielo ni es maná. El Estado no va a generar trabajo mentiroso, poniendo a 50 mil personas a barrer la Costa Verde y pagándoles 500 soles al mes. Eso es mentira. El trabajo debe ser productivo y eso lo da la inversión privada y las obras públicas que estamos haciendo. La formalización de las empresas de 10 y más trabajadores avanza al 8,5% anual por segundo año consecutivo. Es decir, entre lo que recibimos y hoy día, se ha generado casi 18% más de empleo formal.
¿Qué está haciendo el Gobierno en términos de reforma laboral ?
El Gobierno tiene como objetivo, además de sus metas concretas de superar a Chile y tener el puerto más grande de América en el Callao, tener 50% más de asfalto en carreteras al terminar el gobierno. Si me dejan cinco años más, tendrá usted más del doble de asfalto de lo que tenemos.
¿Quiere reelegirse?No, no, es una metáfora. Pero nosotros necesitamos impulsar una política de empleo. Usted puede hablar de dos millones de empresarios informales, pero los formalizables son 400 mil. Son todos aquellos que tienen un establecimiento más o menos fijo. Necesitamos sacar de la esclavitud del siglo XXI a toda esta gente, que es la población informal que por una eventualidad de salario vende su tiempo, su trabajo y no tiene futuro. ¿Cómo le da seguridad social, pensión, ocho horas y vacaciones? Esos cuatro derechos esenciales no los tienen cinco millones de trabajadores peruanos. ¿Cómo se dan? Primero reduciendo el costo de esos derechos. Este trabajador que tiene cero días de vacaciones puede tener 15. Segundo, reduzca el costo de esa seguridad social y que el Estado ponga la mitad de ese pago. Su empleador tiene que cotizar 15 soles y el Estado pone otros 15. No es demagógico. Para su futura jubilación, ese joven que gana 500 soles puede aportar cada mes a una cuenta personal 22 soles y el Estado le pone otros 22. Inclusive voy más allá. He planteado un fondo de restitución. Hay mucha gente que ha trabajado sin poder cotizar por falta de un sistema. Entonces prefiero ponerle mil soles en su cuenta.
¿A quiénes?A todos los que se formalicen, decirle: Acá usted tiene abierta su cuenta con mil soles y cada mes pone 22 y el Estado otros 22. En total, el Estado aportará 600 millones de soles. Pero es progresivo, no se van a meter los cinco millones al día siguiente. Abre un camino para que entre el primer millón.
Y los sobrecostos laborales para la empresa formal…Hay cientos de miles de peruanos que han tenido la suerte de incorporarse a la mediana y gran empresa. Yo soy defensor de sus derechos.
¿Hay que flexibilizar la legislación?A mí me interesa la realidad. Donde el costo laboral es altísimo es en la bicicletería, la tiendita, en todas esas zonas informales. A ellos hay que darles un trato especial.
En un país que crece, hay mucha gente que ve pasar el crecimiento…Tampoco hay que alocarse y darles a todos, porque allí viene una inflación espantosa.
Y usted ya la conoce…Evidentemente.
¿Si no hay una adecuada redistribución, no cree que al 2011 tendríamos otro candidato antisistema?
No, en absoluto. Como viejo experimentado, descarto que a partir del 2011 el Perú tenga un retroceso en su modernización. Que haya bolsones a los que agitan o que se empeñen en decirle que no te cae nada, esa es una mentira. El Perú está haciendo una transformación extraordinaria de la que no son conscientes los peruanos ni los periodistas. Jamás se ha redistribuido como hoy día a través de la descentralización. ¿Alguna vez han tenido tanto canon y dinero en recursos?
¿Puede asegurar que en el 2011 no habrá un Humala o algún ahijado de Chávez en este país? Aunque creen que me siento, no soy dueño del Perú ni de su destino. Pero sí soy un analista y actor político que ha demostrado que sabe algunas cosas. El candidato que enarbole la modernidad, la descentralización y la obra barrerá a cualquiera que se le ponga al frente.
¿Toledo puede regresar?Prefiero no poner nombres, yo solo pongo mi nombre cuando es necesario. Ahora no es posible, entonces no lo pongo.
¿No emprende reformas por temor a las resistencias?No señor, estoy aquí para hacer las cosas que creo necesarias y no le debo los votos a nadie, ni se los pido a nadie. Ese es capítulo cerrado. Choco por la educación que para mí es fundamental, porque hay que cambiarle el espíritu y la actitud. Somos un pueblo que se complace en fracasar. Con el cuento de que todo tiempo pasado fue mejor y que todo va para peor, tenemos la tentación del suicidio permanente. Entonces solo una buena educación nos puede dar la confianza para afrontar lo que tiene el Perú.
Pero hay muchos perros del hortelanoPorque tenemos una educación patética donde hay que desconfiar de todos y donde el que tiene algo necesariamente le robó a alguien.
¿Cuánto ha logrado cumplir de lo que lo que planteó en el perro del hortelano?Primero, yo no soy rey del Perú.
Presidente nomásQue es mucho más que rey, porque al presidente lo escogen, al rey lo dejan. Pero el presidente coexiste con otra majestad que se llama Parlamento. Entonces uno propone y los otros disponen. Aquí la dinámica está hecha de tal manera absurda –y esa es una reforma de fondo que tenemos que hacer– que el presidente elegido no tiene mayoría. Eso debería solucionarse eligiendo el Congreso en la segunda vuelta electoral para que el jefe de Estado pueda tener mayoría y se haga responsable y si a los 5 años no cumplió, que lo quemen, lo enjuicien o se olviden de él, pero en este zafarrancho donde todos tienen pito de árbitro
¿Será que algunos de sus compañeros no han entendido su pensamiento?He escrito un libro justamente para definir exactamente cuál fue el camino de Haya de la Torre para construir su aprismo. En cuanto al perro del hortelano, le sugiero que lea los últimos 23 decretos legislativos aparecidos y verá que sin mayor alharaca ya está el 80% del perro del hortelano.
¿Está puesta en valor la Amazonía, los recursos mineros, el mar?Puede analizar los decretos legislativos donde han entrado cosas importantes y verá que salvo el tema de la Amazonía, que aterra a una gran parte de personas, todo lo demás ha entrado.
Entonces el perro era combatible vía decreto…Las circunstancias políticas van abriendo posibilidades. Usted tiene facultades y en el uso de esas facultades estamos creando el ministerio del medio ambiente.
¿Será ministro o ministra?Me encantaría que fuera ministra, la vitrina de un gobierno es darles mucho más espacio a las mujeres.
Volviendo a las recetas para acabar con el perro del hortelano, usted dice que estas se dan por decretos, pero no vemos una modernización integral del Estado.
Pero es que ese es uno de los temas. ¿Cómo se moderniza el Perú? El Perú está abierto, tenemos tratados de libre comercio, grados de inversión, una inversión privada que ya se vuelve peligrosa por la velocidad con la que está viniendo y también hay que saber administrarla. Si hubiera tantos obstáculos y problemas, no habría esa inversión.
¿Ante la aceleración se tiene que desacelerar?Hay que orientarla a sectores productivos. Tenemos en marcha una modernización laboral, que es la más complicada. Tenemos en marcha una reforma del Estado que significa silencio administrativo, reducción de trámites, capacitación y evaluación del personal para que nadie se sienta dueño del sitio y maltrate al resto de los peruanos. Un tema central es la creación de un cuerpo de gerencia pública. Necesitamos despartidarizar la gerencia pública del país. Una entidad lo más alejada del poder político y que se encargue de seleccionar a los mejores gerentes y ponerlos a disposición de las regiones.
¿Pero será posible con el tope salarial existente? De acuerdo, pero una vez que usted tenga 200 o 300 escogidos transparentemente entonces a ese tipo de gente hay que pagarle bien, no al presidente de la República, no al parlamentario, no al ministro.
¿Ganarán más que el presidente?Evidentemente. El 80% de mi sueldo es ser presidente, mi sueldo es llamarme presidente. El gerente sí, si lo va a contratar el Banco Bilbao por 6 mil dólares, lo puedo contratar yo, pero eso es al técnico puro a quien necesitamos pagarle, siempre y cuando esté despartidarizado.
¿Por qué no reconoce que la limitación de los sueldos públicos fue un error?No fue un error, todo tiene su momento. Nosotros salimos de un régimen un poco frívolo. Lo digo desde Palacio de Gobierno, donde ahora gastamos 19 millones de soles anuales cuando antes eran 42 millones de soles. En ese momento, la población era muy sensible, ya se olvidaron.
¿Entonces ese límite fue por la sensibilidad ciudadana?En política –porque esto no es una monarquía– depende de la opinión pública también, la población decía menos publicidad, menos viajes, menos salarios.
Otro problema sensible y tara para la administración es la corrupción. Usted dijo que hubo un hipo por el tema del Banco de Materiales, pero parece que está latente.Cuando usted tiene un millón de empleados públicos no sueñe que todos son ángeles. Hay uno que pone a su hijastro y dice: ¡Ay! me olvidé de que era mi hijastro. Allí la culpa es peor por decir esa tontería y contratar al hijastro. Así, para fuera en 24 horas. Eso se llama política anticorrupción. Además, de lo que se habla no es de hipervaloraciones de carreteras por 500 millones de dólares, ni de construirse un edificio entero como una rifa para los funcionarios de un partido de salida, como el conjunto residencial Los Álamos, que es lo que ha ocurrido con el Banco de Materiales. El problema es que usted encuentra de tanto en tanto lo que llamaría microcorrupción. En el Perú, donde estamos acostumbrados a violar todos los códigos de tránsito y a no pagar impuestos, que tire la primera piedra el que está libre de culpa.
Cómo va a hablar de microcorrupción, ladrón es ladrón, el que roba desde un sol hasta un millón.No crea usted. Cuando usted monta una dictadura para sifonear todo el dinero del Estado como se ha hecho en este país, eso es corrupción histórica. Tampoco nos meta en el mismo saco. Eso sí se lo rechazo.
Eso de las patadas contra los corruptos se prestó para la parodia y señalar que usted pretende gobernar a las patadas.
La fuerza tiene que usarse con efectividad y bien dirigida. No la fuerza sangrienta. Decirle a la población de que si alguien peca lo echamos de una patada y si es aprista peca doble, dos pataditas.
Y le recuerdan el caso de Jesús Lora.Bueno que lo recuerden, parece que muchos sienten en ese lugar el tema, ya ese es problema de ellos. Cada uno siente las cosas donde le gusta.