27 bodas

Parece que los responsables de la programación cinemera de nuestra ciudad no se han enterado que ya desde hace varias semanas han empezado las clases escolares. Este comentario es en realidad un reclamo porque la cartelera sigue cargada de cintas dirigidas solamente al público infantil o efebo, como si el resto no existiera.

Sólo por esa razón; es decir, porque no hay nada digno de ver, es que decidimos espectar esta película, tentados por el afiche en donde se lee “De los creadores de El diablo viste a la moda”, cinta que nos dejó buena impresión, fundamentalmente por la actuación de Meryl Streep.

Luego de verla, uno concluye que la buena impresión se quedó en el afiche porque la cinta deja mucho que desear, lo cual demuestra dos cosas, o que hacer comedias románticas se ha vuelto una tarea complicadísima, o que a los americanos, especialistas en el género, se les ha acabado la inspiración.

Aunque al comienzo la historia parece tentadora (una eterna dama de honor en bodas de sus amigas y enamorada silenciosa de su jefe, replantea su vida porque su hermana menor conquista el corazón de éste), luego se pierde en vericuetos simplones y predecibles que hacen de la cinta una alegoría dulzona al amor que ni siquiera una quinceañera que viene experimentando sus primeras cuitas sentimentales, se lo creería.

Ojala que la próxima semana la cartelera mistiana se adecente para no estar comentando este tipo de bodrios. ¿Por cierto, cuándo llegan las que concursaron en el reciente Oscar?