Política nacional del año pasado
El 15 de agosto, mientras Arequipa celebraba su aniversario, un terremoto de 7.9 grados devastaba el departamento de Ica y dejaba más de quinientos muertos. Las ciudades más afectadas, Chincha y Cañete, aún siguen en escombros. La población estuvo sin agua ni alimentos y durmiendo a la intemperie durante varias semanas; mientras que la paralización de actividades productivas se extendió por meses.
El mal manejo del gobierno frente a esta crisis ha sido duramente criticado desde el comienzo, cuando se minimizaron los efectos del desastre, y luego por el nombramiento del empresario fujimorista, Eduardo Favre, como encargado de la reconstrucción.
En noviembre, los iqueños protagonizaron protestas en demanda de ayuda para su penosa situación; pero casi nada ha cambiado. La indolencia del Ejecutivo es mayúscula.
Pero la protesta en Ica no ha sido la única. De hecho, los paros y movilizaciones han marcado el año que se acaba. Quienes más han salido en protesta por las calles han sido los maestros del Sutep, primero en contra de la evaluación censal y después por la derogatoria de la nueva ley del magisterio.
Los paros regionales también se extendieron por todo el territorio y Arequipa no fue la excepción. En la mayoría de casos la demanda ha sido la ejecución de proyectos de desarrollo y la reducción del precio de los combustibles. No obstante, uno de los reclamos más frecuentes ha sido en contra de las mineras, tanto por la contaminación que producen en las zonas de explotación, como por el pago de regalías.
La convulsión llegó en este año a límites preocupantes, tanto que la Defensoría del Pueblo identificó más de 60 conflictos sociales en el país. El 2007 termina con una prolongada huelga de docentes universitarios y otra de los trabajadores judiciales, además de la amenaza de protestas similares en el sector Salud.
La única respuesta del Presidente Alan García ha sido la invocación por un pacto social, que no se ha traducido en ningún hecho concreto. Sus discursos han estado dirigidos a los empresarios, exhortándolos a “compartir” sus abultadas ganancias. El pedido, claro, no ha recibido respuesta. Mientras tanto, la popularidad del mandatario ha ido en descenso a lo largo de 2007, cerrando con un estrepitoso 80 por ciento de desaprobación.
Otro de los puntos en los que el gobierno recibió críticas fue respecto a su actuación en el proceso de extradición del ex presidente Alberto Fujimori. Por algunas semanas se temió que el procesado se librara de ser juzgado en el Perú. Una vez conseguida la extradición, se especuló sobre la transparencia del proceso judicial al que sería sometido, dada la alianza existente entre el fujimorismo y el Apra. El juicio comenzó en diciembre y la primera sentencia fue leída: seis años de prisión por el allanamiento a la casa de Trinidad Becerra, esposa del ex asesor del Servicio de Inteligencia, Vladimiro Montesinos. Un acontecimiento histórico del año 2007, pues es el primer ex mandatario sentado en el banquillo de los acusados, no sólo en el Perú sino en toda Sudamérica.
Un proceso que comenzó en 2004, terminó este año: la firma del Acuerdo de Promoción Comercial con Estados Unidos, más conocido como TLC. Todas las instancias legislativas norteamericanas lo aprobaron por amplia mayoría y fue promulgado por el presidente de ese país, George W. Bush. En nuestro país se anuncia su implementación mediante programas de apoyo a la industria y la exportación. Los efectos no se verán, sin duda, este año; pero seguramente formarán parte importante de la agenda del próximo. (El Búho, 307)