Las enseñanzas de Frankl no son moralinas, pues tienen base científica, medica, como lo dijimos antes, y por eso pueden brindar un mayor sustento lógico y racional a algunas personas (en especial, a aquellas en búsqueda del sentido de su vida en el mundo y con los demás).
Para Victor Frankl el hombre busca sentido y lo encuentra por tres caminos (tricotomía):
1.- Un sentido de hacer y producir algo: Valores creativos (+)
2.- Un sentido de vivenciar algo, amar a alguien: Valores vivenciales (+).
3.- Firmeza para enfrentar un destino inevitable y fatal; convertir un sufrimiento en un logro: Valores de actitud (+++)
El citado autor también precisa que, la plenitud no se logra dentro de si mismo, sino fuera, en el mundo: El hombre apunta por encima de sí mismo, hacia algo que no es él mismo, hacía otro ser semejante y así -la realización de uno mismo- es un efecto colateral. Frankl cita a Maslow señalando: “Las personas que buscan la autorealización directamente, separadamente de una misión en la vida, de hecho no lo logran”. Y en estos casos, Frankl señala que, la frustrada voluntad de sentido se busca compensar con:
1.- Busqueda de placer,
2.- Voluntad de poder.
Y en esta búsqueda de placer, Flankl nos habla de la sexualidad precisado: “el intento de vivir la sexualidad por parte de la mujer, y en el hombre de probar su potencia sexual, no como una consecuencia de la espontánea capacidad de entrega en ese terreno, sino considerándola como finalidad, lleva a transtornos del orgasmo y de la potencia sexual respectivamente (…) ”. En abundancia de su razonamiento señala: “Maslow dijo: “La gente que no sabe amar, no obtiene del sexo la misma calidad de emoción que la gente que puede amar” (…) Cuanta razón asiste a Maslow cuando aboga por el amor aun con argumentos hedonistas. Esto urge del resumen de 20.000 respuestas a 101 preguntas formuladas que fueron formuladas por la reconocida y ampliamente difundida “Psychologia Today”. Se llegó a la conclusión de que entre los factores que cooperan para lograr la máxima elevación de la potencia y el orgasmo el más importante era el “romanticismo” (que va desde el enamoramiento al amor).”.
Pero dejando de lado el romanticismo y la sexualidad cómo culminación y expresión de un amor bonito y consentido entre dos personas, el autor tantas veces citado -hablando de la etapa inmadura de la sexualidad humana- señala que Freud diferenciaba al hablar de:
- La meta motivadora: Es la descarga del automento de tensiòn sexual, sin reparar en el modo en que se llega a la misma. Ej. La masturbación, la promiscuidad.
- Objeto motivador: la otra persona como medio para mi satisfacción.
En esta etapa inmadura de la sexualidad humana, la otra persona no es vista como un sujeto, sino solo como un objeto para lograr la autosatisfacción, aunque sea acudiendo al comercio sexual y la promiscuidad (retroceso, regresión en la persona) o pornografía (regresión que califica de mayor gravedad, porque termina de cosificar a la persona, ya no usando directamente su cuerpo, sino solo su imagen). Si para Frankl la pornografía es un grave retroceso en la persona ¿cómo calificaría las violaciones y feminicidios que se dan en el Perú cotidianamente?
Finalmente, Frankl señala que, se llega a la madurez de la sexualidad humana solo cuando la relación no significa un medio para un fin: cuando la otra persona ya no es un medio, sino es vista y comprendida en toda su humanidad, en su individualidad, en su unicidad: ¡una persona! “Entonces sí, el encuentro entre los dos, se convierte en una relación de amor” concluye sonando un poco “moralizador”. Pero no es conservador o moralizar cuando entendemos, nuevamente, la trascendencia de una buena educación: La educación no solo debe transmitir conocimiento, sino también debe ayudar a refinar la conciencia para escuchar la exigencia que cada situación cotidiana contiene, inmunizándonos contra el conformismo y contra el totalitarismo y así ser responsable y “respondón” ante cada situación carente de sentido de la vida, es decir (en la interrogante planteada lineas arriba): aprendiendo a no quedarnos callados ante cualquier tipo de violencia -en especial contra la violencia de género y los crímenes de odio- porque independientemente del género u la opción sexual que cada uno tenga, son ataques a un ser humano, son ataques a la calidad de persona. ¡Y es que si tocan a uno/a, nos tocan a todos!