CUESTIONARIO PARA EFRAIN GONZALES
TEMA: ECONOMIA URBANA DE LIMA, 14 AÑOS DESPUÉS
Estructura urbana
¿Cuáles son las principales diferencias que observa entre la estructura urbana de Lima de 1990 y la actual de 2006?
Lima Metropolitana (Provincia de Lima y Provincia Constitucional del Callao) ha tenido tres cambios: 1. Ha crecido demográfica, económica y territorialmente. La tasa de crecimiento demográfico ha declinado tanto por la menor inmigración provinciana como la emigración de limeños al exterior, esto es relativamente sorprendente en la medida que la economía de Lima ha crecido de manera sostenida y como consecuencia debería ocurrido el fenómeno contrario. Sin embargo, la falta de “chorreo” ha hecho que la pobreza no retroceda proporcionalmente, lo que ha generado tendencias migratorias negativas. Otra consecuencia de este mismo fenómeno ha sido que el crecimiento territorial de Lima urbana, que se ha fundado sobre la urbanización espontánea o informal (por invasiones) ganándole terrenos al desierto, antes que sobre una urbanización formal (por el mercado). 2. La consolidación de cuatro centros urbanos: el centro-político (Lima cuadrada), el centro financiero (San Isidro), varios centros comerciales (Jockey Plaza, San Miguel, Cono Norte) y el Callao como el centro internacional. Estos centros son los que organizan las actividades económicas y burocráticas de Lima. 3. La mejora de la infraestructura urbana: pistas, alumbrado público, jardines, parques, escaleras, como producto del incremento de los ingresos tributarios de las municipalidades. Además, del boom de la construcción de edificios de vivienda y de servicios, que ha permitido reducir el déficit de vivienda para las clases medias.
¿Qué transformaciones vienen generando los procesos de ocupación de suelo que recientemente vienen desarrollando tanto la urbanización privada como la urbanización espontánea?
Lima, como ciudad, es un reflejo de la distribución del ingreso y la riqueza, y es más fuerte hoy que en los años ochenta y noventa. Como el “chorreo” ha sido para los sectores de altos ingresos, el “goteo” para algunos sectores medios y la “sequía” para las mayorías pobres, Lima tiende a ser una ciudad segmentada socialmente. Es decir, si uno se pasea por la ciudad, puede fácilmente pasar de una ciudad norteamericana a una africana y tener la impresión que los separa un océano de oportunidades, sin haberse desplazado ni siquiera un kilómetro. Esta segmentación, sin tensiones sociales insostenibles, se debe a que pese a todo, en Lima siempre hay posibilidades de hacer algún “negocito”, de recursearse, de conseguir algún cachuelo. El tamaño de Lima y sus economías de escala permiten mayores posibilidades de supervivencia, pero a su vez la insuficiente inversión y la baja calificación de los trabajadores no contribuyen a un mayor nivel de empleo “decente” y a mayores productividades, únicos medios para contribuir a un desarrollo humano aceptable, que iguale oportunidades. Pese a todo hay un cierto nivel de movilidad social, que en provincias, sobre todo en el campo, es más difícil observar.
En estos últimos años tengo la impresión que la urbanización formal ha sido más dinámica que la espontánea, entre otras razones por la estabilidad económica y por la mejora económica de sectores medios y altos. Sin embargo, la urbanización espontánea ha continuado siendo el medio de movilidad social más importante a partir de la acumulación de valor en las viviendas. Lo que me parece notable es la progresiva conexión entre ambos procesos, generando en el largo plazo un crecimiento urbano, en un caso jalado por el crecimiento económico y en el otro empujado por la necesidad. Este proceso es el menos analizado y comprendido.
Lima y el escenario nacional
– ¿Cuál es el impacto del nuevo proceso industrial en el rol de Lima dentro del país?
Lima se ha desindustrializado relativamente en varias zonas, por ejemplo las avenidas Argentina, Venezuela o Colonial tienen menos fábricas, muchas se han convertido en importadoras y utilizan sus antiguos locales para este efecto. En otras hay un repunte, por ejemplo Villa el Salvador o Lurín y en la carretera central. En su conjunto se ha dado una suerte de reconversión industrial en función de dos factores: del atraso cambiario y del crecimiento de la demanda. La industria que ha crecido es aquella favorecida por los costos de transporte, por ejemplo las bebidas, la lechera y otras alimentarias, pues aún con un tipo de cambio barato la importación no es económicamente viable. Mientras que aquellas que el costo de transporte por unidad de peso o volumen es baja, han sido desfavorecidas por las importaciones y han tenido que cerrar o cambiar de rubro. En el conjunto la industria limeña se ha reducido relativamente, en relación a su importancia antes de 1980.
El efecto urbano de este proceso ha sido por ejemplo, el cambio de uso de zonas industriales para un uso más comercial y hasta habitacional, la creación de otras zonas industriales más cercanas al abastecimiento de insumos o estratégicamente ubicadas para la potencial exportación.
El principal impacto de la reestructuración industrial de Lima sobre el resto del país ha sido la menor articulación entre la oferta industrial limeña con la demanda del resto de regiones, con los consecuentes efectos en el empleo. Al respecto, tengo la hipótesis que la industria limeña es más dependiente de insumos y tecnología importada por lo que su articulación con otros sectores de Lima y de provincias es más débil hoy que antes de los ochenta, sobre todo por el atraso cambiario. En consecuencia, ésta es una de las razones por las que el crecimiento industrial de Lima, observado en las estadísticas, no favorece a otros sectores y a otras regiones. Esto explica, en parte, el escaso “chorreo o goteo” del crecimiento.
– ¿Se puede decir que Lima es el centro de la economía nacional?
Lima no sólo es el centro de la economía nacional, sino que además en un centro fuerte y poco articulado con su periferia, más aún después de las reformas neoliberales. La aglomeración económica, de oferta y de demanda, generan un centro económico cuya capacidad de atracción de inversiones y personas es muy grande, por lo que tiende a crecer con mayor velocidad que el resto de regiones del Perú y esto ha generado un problema de divergencia económica, es decir que la brecha medida por el PBI per cápita entre Lima y el resto de departamentos se amplia cuando la economía nacional crece y se reduce cuando ésta entra en crisis.
La divergencia es el resultado de la debilidad de los mercados de bienes y factores, de una falta de especialización productiva de las regiones y de la debilidad del Estado para compensar estos desbalances. En consecuencia, es un centro que no “jala” al resto de economías regionales. Este es para mí el principal problema de la centralización.
– ¿Se puede hablar de un proceso de descentralización en el siglo XXI o de una nueva centralización?
Es probable que el proceso de descentralización estatal avance, con altas y bajas, en los próximos cinco años, pero para ello se requiere de crecientes recursos fiscales. Por el momento, la coyuntura fiscal es favorable debido a ingresos adicionales que tiene el gobierno del sector minero y del gas, sin embargo en cuanto los precios de los minerales regresen a sus niveles tradicionales, los ingresos fiscales también retrocederán. Por ello, la descentralización estatal dependerá sustantivamente de un incremento sostenible de los ingresos fiscales y para ello será necesario incrementar los ingresos tributarios, además de una reforma fiscal. Sin embargo, debido al reducido tamaño del Estado peruano, los efectos de la descentralización no se sentirán necesariamente en un mayor crecimiento de las regiones y de las provincias, por ello es crucial la desconcentración económica territorial y la regionalización, pues una de las pocas posibilidades de incremento de la base fiscal (impuestos y otros ingresos) es mediante el incremento de la producción regional fuera de Lima, en las regiones.
El mayor problema de la descentralización estatal es que ésta se hace en un país con una centralización “dura”, que combina en Lima concentración económica, centralización política y concentración del capital humano, que en su conjunto han generado un crecimiento divergente entre Lima y el resto del país, que inhibe cualquier esfuerzo de desconcentración económica y hace de la descentralización estatal y fiscal un proceso cuesta arriba.
Por estas consideraciones, creo que de la descentralización estatal habrá que esperar más resultados políticos, por ejemplo una mayor democratización y mayor participación, pero no necesariamente mayor desarrollo económico, a menos que el sector privado descentralice su inversión de una manera deliberada, consistente y planificada, cosa poco probable en un contexto en el que cada empresa busca de competir con otras en lugar de cooperar. Obviamente, es aquí donde se necesitan gobiernos regionales promotores de desarrollo regional y liderazgos empresariales claros y descentralistas.
– ¿Qué políticas de descentralización serían beneficiosas para Lima?
Hay dos tipos de políticas beneficiosas para Lima. Las internas, que lleven a cabo los gobiernos locales (provinciales y distritales de Lima-Callao) a favor de una mayor integración metropolitana. Creo que se requiere crear cuatro zonas o conos (norte, centro, sur y este) en las que se agrupen distritos contiguos para generar proyectos de inversión en servicios públicos de manera coordinada. Se requiere generar economías de escala a partir de la integración espacial. Me parece un absurdo pretender hacer de San Juan de Lurigancho una nueva provincia. Lo que cabe es hacer de Lima-Callao una región metropolitana. Las políticas de otras regiones que permitan la articulación comercial a Lima, es decir, que decidan venderle al enorme mercado de Lima la mayor cantidad de productos. Aquellas políticas autocentradas en cada región, mejor dicho en cada departamento, no tienen futuro. Aunque parezca increíble el futuro del resto del país está en parte en Lima.
Lima y el escenario global
– ¿Cómo se sitúa Lima a escala latinoamericana y mundial?
Lima es una de las ciudades más grandes de Sur América, sobre todo dado el tamaño intermedio del Perú desde el punto de vista demográfico. Su posición de privilegio en la Cuenca del Pacífico la define como un HUB natural, es decir su ubicación geográfica le ha de favorecer en el futuro, en la medida que prosperen los acuerdos de integración económica con los países de la cuenca del pacífico. Lima no ha sabido explotar su centralidad en sud-américa, la integración con Brasil debe potenciar esta centralidad.
Lima, pese a sus 8millones de habitantes, es una ciudad pobre debido a que el ingreso y la están muy concentrados en el 10% de su población. Lima es una ciudad muy desigual, probablemente una de las más desiguales de América Latina.
– ¿En qué medida se ha integrado Lima a la economía globalizada desde los años noventa? ¿Qué consecuencias ha traído esta integración para la ciudad y para su relación con el país?
Los canales de integración de Lima a la economía mundial son principalmente: financieros, comerciales y, hasta cierto punto, culturales. La integración de Lima a la economía globalizada se está dando a través de los servicios (financieros, hoteles, información, turismo, remesas), con una característica importante: Lima se está integrando más al exterior que al interior, pero no lo está haciendo a partir de una base exportadora de productos sino de servicios. Esto hace que la integración de Lima en la denominada globalización no esté favoreciendo al resto de regiones y tampoco a toda la población de Lima.
Las ciudades se integran a la globalización en función de su estructura económica y social. Si ésta es poco articulada, los efectos de la globalización sólo favorecerán a aquellas partes articuladas. Por ello, cuando se discute los efectos del TLC o de cualquier tratado de libre comercio hay que tomar en cuenta no sólo al sector específico sino a la región o la ciudad donde funciona el sector, pues para que la globalización tenga un efecto favorable ésta deberá tener efectos multiplicadores hacia otros sectores no directamente involucrados, pero articulados con los sectores exportadores.
En este sentido si sectores productivos de Lima, los textiles por ejemplo, hacen parte de un tratado de libre comercio, y estos sectores tienen pocas relaciones con otros sectores de Lima y del resto de regiones, entonces el impacto de la apertura será limitado, por falta de integración económica regional previa.
– ¿Qué políticas son importantes desarrollar pensando a Lima más allá de la escala peruana?
La integración andina y la suramericana, sin duda alguna.
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