Por: Marlene Anchante Rullé
El Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki versus la empresa Pluspetrol. En pocas palabras, para el Frente la empresa contamina y el EIA debió ser sometido a consulta previa. Para el MINEN la empresa no contamina (pues realiza actividades de exploración) y no correspondía la consulta previa, porque la concesión se otorgó antes de la respectiva ley. Para la PCM hay desinformación y al igual que en otros conflictos que escalaron a violencia, la Defensoría nos reportó a tiempo este caso en la región de Junín.
El conflicto social que existía en Pichanaki escaló a violencia esta semana, y nuevamente debemos lamentar la cantidad de heridos y la muerte de un joven. La reacción desde el Ejecutivo es formar la “Comisión de Alto Nivel” para que devuelva la calma en la zona, y se proceda a dialogar. Aunque no nos guste, otra vez el gobierno se puso su traje de bombero. Le toca apagar el incendio relativo a las causas inmediatas de este conflicto (protesta y enfrentamiento con la policía).
Además, tendrá que enfocarse en un nivel de causas intermedias relativas a la actuación de la empresa en la zona, la calidad de los procesos de comunicación con la población, los intereses de los actores, la micro-política en Pichanaki, entre otros. Y por último, el gobierno tendrá que redoblar su trabajo frente a las causas estructurales que alimentan los conflictos socio ambientales (pobreza, inequidad social, diferentes visiones de desarrollo, entre otros). Este conflicto en Pichanaki vuelve a poner sobre la mesa a la consulta previa, que para algunos debiera contribuir a la prevención de conflictos y para otros, los exacerba escalando a violencia. La consulta previa ha sido y sigue siendo un tema políticamente sensible.