Autora: Marlene Anchante
Aquí les dejo el link de un interesante artículo sobre la Consulta previa en el Perú, donde se parte por analizar cómo se formuló la ley de consulta previa y su reglamento sí como las reacciones que tuvieron los pueblos indígenas (PI) paso a paso. Para las autoras Schilling y Flemmer, dicho análisis revelaría que existen visones diferentes en la relación Estado-PI acerca del desarrollo y de las formas legítimas de participación. Asimismo, se indica que a pesar de los avances en la institucionalización del derecho a la consulta previa actualmente existen tensiones no resueltas. Sin ir muy lejos vale la pena mirar lo que publica hoy el diario Gestión (ver aquí) dónde se señala que existiría una discrepancia entre el Viceministro Lanegra y el Ministro de Energía y Minas Merino sobre las comunidades campesinas como sujeto de consulta. Y ello, se da a conocer en medio de una noticia mayor, vinculada a la temporal exoneración de consulta para 14 proyectos mineros. El dilema de fondo ya conocido es que necesitamos que caminen dichos proyectos para que siga creciendo económicamente nuestro país, considerando la baja de los precios de los minerales.
En efecto como señalan las autoras del artículo existen tensiones no resueltas, que como vemos en la noticia citada no solo se dan entre los distintos actores involucrados, sino también al interior del propio Ejecutivo. El artículo en cuestión señala que la consulta previa podrían terminar siendo combustible para más conflictos sociales, contradictoriamente con los argumentos que le dieron origen “que ayude a disminuir los conflictos”. Se añade que las futuras consultas podrían ser conflictivas no solo por el objeto de la consulta (qué se consulta) sino también por el diseño e implementación del proceso de consulta (cómo se consulte). En este punto, en el artículo se subraya que para los PI un tema crítico es la imparcialidad de la entidad encargada de consultar. Ello porque se cuestiona legitimidad y credibilidad de las instituciones del Estado (lo que obviamente no tiene que ver con los funcionarios que actualmente están trabajando, sino es un asunto estructural- desconfianza histórica). Esto, nos lleva a preguntarnos si el diseño institucional peruano para hacer la consulta previa es el mejor?. Como se señala en el artículo existe una considerable diversidad entre los actores y grupos de cara a los PI (Ministerios, bancadas políticas en el Congreso, partidos políticos etc.). En mi opinión es utópico pensar que las diferentes visiones sobre la consulta previa y los PI se van a homogeneizar, pero sí necesitamos conciliar entre todos cómo haremos los procesos de consulta previa. Se necesitan posiciones equilibradas que hagan compatible del derecho a ser consultados y la marcha de proyectos extractivos en el país.
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