Elecciones frustradas de un Defensor y Aymaras en la puerta de un canal de TV
Autora: Marlene Anchante Rullé
El día de ayer los medios de comunicación nos han informado acerca de las tensiones y enfrentamientos en el Congreso por la elección de un nuevo Defensor, y también lo que ha ocurrido con un grupo de Aymaras en la puerta de un canal de televisión. Por mi mente fue inevitable que pase la pregunta ¿Por qué llegamos a estas situaciones? ¿Y dónde queda el diálogo?. Quiero compartir en este post algunas reflexiones con relación al clima emocional y su relación con los conflictos. Comenzaré por definir el término “clima emocional” señalando que se trata de las emociones dominantes en el estado de ánimo colectivo en un periodo determinado (Techio et al, 2011), que estaría influido por la situación social, económica y política; y por cómo los líderes políticos y agentes sociales estructuran esta situación (De Rivera, 1992).Los hechos ocurridos en el Congreso y en la puerta del canal de TV, sumados a muchos otros que se han exacerbado con la coyuntura electoral, ponen en evidencia la existencia de un estado de ánimo colectivo en nuestro país, en el que emociones como la cólera, la hostilidad y el disgusto, cobran fuerza; sumadas a otras como la desconfianza y el temor. Como señala De Rivera el clima emocional está influenciado por una situación o contexto mayor, donde los líderes políticos y agentes sociales tienen un papel protagónico. ¿Qué ocurrió con nuestros congresistas ayer?, ¿Qué respuesta han dado las autoridades a los Aymaras?, ¿Qué actitud ha tomado el líder al refugiarse en un canal de TV?.
Algo más, el clima emocional no solo tiene que ver con un contexto político, social o económico, que ocurre en un tiempo determinado; sino también con lo que la gente interactúa directamente escuchando los eventos que les han pasado a otros, o rumores acerca de lo que está sucediendo (Techio et al, 2011). De modo que, los comentarios que las personas hacemos con relación a situaciones como las de ayer, refuerzan las percepciones colectivas acerca de determinadas emociones dominantes, y ello a su vez tiene un efecto sobre las conductas de las personas. Hay estudios que demuestran como la desconfianza percibida como emoción colectiva predominante en el clima emocional de una comunidad, juega un papel muy importante en su cohesión, generando dificultades para actuar organizada y articuladamente. También hay estudios que muestran como colectivos con emociones dominantes de ira en un alto grado y temor a las represalias en un bajo grado están más propensos a emprender acciones violentas.
En consecuencia el clima emocional tiene una relación directa con los conflictos y los comportamientos violentos. Como es obvio no es el único factor. El componente emocional de un conflicto muchas veces se ignora en los análisis que se hacen pretendiendo explicarlo. Si no forma parte de nuestro entendimiento de un conflicto, tampoco estará presente en nuestra estrategia de afrontamiento. Creo que vale la pena que hagamos el ejercicio personal de preguntarnos por las emociones de las personas, más allá de sus legítimos o no intereses o ideas.
Estimada Marlene:
Bien describes cuál es la situación actual del país: grandes grupos con un clima emocional similar, los cuales están haciendo noticia en estas últimas semanas. Sin embargo, quiero hacer incapié que los supuestos líderes, quienes llevan la voz de la masa son personas que ya tienen un interés de por medio o que ya definieron su objetivo a lograr. Por ejemplo, en el caso de Puno, por un lado indican que no quieren concesiones mineras, tampoco de hidrocarburos, pero no dicen que detras de ello están los mineros informales que se sienten amenazados por la presencia de grandes empresas. Estas empresas informales son mucho mas perjudiciales (La Rinconada, por ejemplo), inclusive la gente se muere y nadie dice nada. No se debe permitir que las posiciones que muestran mucho de estos dirigentes sea algo negociable sin antes haber identificado los verdaderos intereses, que en lugar de proteger y preservar al medio ambiente, están condenando a un futuro incierto y sin mucha garantía; asimismo, el Estado debería asumir un rol mucho más participativo no solo con los dirigentes sino hacer un trabajo más cercano a la población, obviamente ha de tomar mucho más tiempo y ha de ser más tedioso, pero de seguro, ayudará a tomar una mejor decisión.
Como bien Ud. lo ha señalado el clima emocional es dificil de ser considerado en una evaluación, pero casi siempre es percibido por un evaluador. Evitar diálogos en climas emocionalmente tensos es una estrategia que evita acciones radicales. Sabe percibir el clima emocional adecuado para presentar un proyecto a la consulta popular también es un arte de las RRCC.