Autora: Marlene Anchante Rullé
Los conflictos tienen orígenes, procesos y resultados. Dependiendo de cómo se vean los orígenes es que se decidirán las formas de manejo (los procesos), y ello a su vez llevará a uno u otro resultado. Si la lectura central del conflicto es que se origina por intenciones “oscuras” de generar violencia, entonces el proceso de manejo evidentemente se concentrará en esta causa, pudiendo correr el riesgo de descuidar las demás. En una primera etapa, dos estrategias principales se pusieron en juego en el conflicto de Puno: la comisión de alto nivel y autorizar la intervención de las fuerzas armadas en apoyo de la policía nacional (RS N° 191-2011). En el primer caso haber enfocado las negociaciones a alto nivel es correcto a nuestro parecer. Pero algo muy importante. Es necesario que quienes participan de estos espacios estén capacitados para hacerlo. Como señala el profesor Mitchell los líderes de un país tendrán que aprender resolución de conflictos para poder gobernar. Algo más, no es suficiente que algunas personas estén capacitadas para negociar, se necesita también instituciones y organizaciones negociadoras y dialogantes.