Autor: César Guzmán Barrón-Sobrevilla
Mediante la participación ciudadana se busca disminuir la asimetría de información existente entre los actores involucrados (estado, empresa y comunidad). Es por este mecanismo que la comunidad encuentran un medio válido para expresarse y sentir que pueden ejercer este derecho constitucional; esto último genera un empoderamiento de la población afectada, que por lo general es la más sensible a todos estos cambios económicos y estrategias de desarrollo del país. La participación ciudadana así ejercida se puede convertir en un mecanismo destinado a prevenir conflictos sociales y un medio por el cual los tres actores principales (estado, empresa y comunidad) pueden interactuar, conocerse y reconocerse, entablando un proceso de diálogo que permita analizar diversas posibilidades de solución o satisfacción para los involucrados frente a proyectos de inversión, más aún si son de necesidad nacional.
Sin embargo, debemos reconocer que un avance ha sido reconocer el error y rectificarse, precisamente escuchando las voces de quienes como los de esta tribuna manifestamos nuestro desacuerdo con la medida señalando que “la rapidez también puede generar conflictos”. Porque si bien era un Decreto destinado a acelerar las inversiones tan necesarias en nuestro país, también pudo convertirse en” tierra fértil para generar más conflictos sociales”. Ver aqui y aquí lo que dijimos hace unos días en los medios de comunicación. Consideramos que ello se ha evitado.
Esperamos que la principal lección aprendida sea dar paso a una auténtica participación de los actores involucrados antes de tomar decisiones que los puedan afectar o también beneficiar. Así iremos forjando juntos una democracia participativa en la práctica y no solo en la letra.