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Este tema referido a la personalización de los servicios existe desde hace mucho tiempo, incluso desde antes de la aparición misma de la Internet, siendo cada uno de nosotros probablemente testigo o protagonista de su existencia en diversos momentos de la vida diaria y sin necesidad de encontrarse navegando en la red; me refiero cuando por ejemplo nos vamos a la tiendita de la esquina y la persona que nos atiende ya conoce bien nuestras preferencias por lo que siempre nos trata como nos gusta, fortaleciendo así nuestra fidelidad, en tanto que cada vez que desee ofrecernos un producto nuevo lo hará teniendo en cuenta esa misma información, porque sabe que de esa forma podrá cuando menos, captar mejor nuestra atención. Esto, sin dejar de lado factores importantes que hacen que todo esto sea posible, como son la confianza en el proveedor, las características y cualidades propias del producto, las diversas opciones en el mercado y nuestras propias necesidades y posibilidades.