Por Zenon Depaz
Atendiendo a la orientación predominante de los discursos políticos de las dos últimas décadas en el Perú, sin duda el hecho más destacable de las intervenciones en la reciente CADE fue el consenso en relación a que el actual crecimiento económico no es sostenible sin algunas reformas sustantivas que el Estado debe promover. Entre ellas, y de manera central, las que están pendientes en la Educación. Se trata de un reconocimiento de que, en ausencia de políticas de Estado, el mercado no sólo no garantiza equidad sino tampoco crecimiento económico. Con ello el fundamentalismo neoliberal pierde espacio y el eje del péndulo político se desplaza un tanto hacia la izquierda, posición vinculada históricamente con la demanda de un Estado promotor de reformas que favorezcan y universalicen el bienestar.