Por Ramiro Escobar
Treinta mil niños muertos de hambre o desnutrición en tres meses. Más de tres millones de personas en riesgo de desfallecer, y fallecer, de inanición. Cientos de miles de desplazados. Una tasa de infección del cólera del 60 %. No se preocupe, es África. Peor aún: es Somalia, un país cementerio, dejado al garete del desprecio y la vileza humana.