Perú: Islay no es una isla

Por Carlos Reyna

El día de hoy se está realizando un paro general en la provincia de Islay, especialmente en los distritos que integran el valle del río Tambo: Cocachacra, Deán Valdivia y Punta de Bombón.

¿Contra qué protestan? Contra el proyecto minero Tía María, de la Southern. Un proyecto para producir cobre a partir de la extracción de mineral de dos grandes tajos abiertos, ubicados en Cocachacra pero en lugares fronterizos con otros distritos. Dicho proyecto prevé la utilización de enormes cantidades de agua del subsuelo del valle.

La Southern, y la consultora que les ha hecho el estudio de impacto ambiental (EIA), sostiene que el uso de esa agua no afectará en nada a la agricultura del valle. Los agricultores no les creen. Desconfían. Temen además que la mina tenga efectos contaminantes sobre el valle. Así no más no se van a volar y remover tierras para extraer 100 mil toneladas de mineral diarios, y procesarlas para obtener 330 toneladas de cátodos de cobre, por día, durante 18 años.

Por eso es que la principal base social de esta protesta son los agricultores del Valle del Tambo, pero también las poblaciones urbanas de esos tres distritos. La razón es muy simple. Casi el 70 % de sus actividades tiene que ver con la agricultura o con manufacturas asociadas a productos agrícolas.

¿Por qué desconfían? Porque en torno a este proyecto, como en tantos otros, hay mentiras flagrantes, imposición centralista y parcialización descarada. No solo de la empresa, sino del propio Poder Ejecutivo.

Miente, por ejemplo, el mencionado EIA cuando dice que la mayoría de Cocachacra está a favor del proyecto. Este distrito es, al contrario, el bastión de la protesta. Pero este proyecto se impone sin darle valor vinculante a la opinión distrital, ni provincial ni regional. Y los funcionarios de Energía y Minas, de Agricultura, y de la Autoridad Nacional del Agua, lejos de cumplir un rol fiscalizador e imparcial, se convierten en publicistas de la mina.

Esto ha ocurrido durante muchos meses, por eso se realiza el paro de hoy. Ahora Islay no es una isla, porque pasan cosas así en casi cada gran proyecto minero y porque esta vez hay señas de solidaridad en Arequipa, Moquegua, Tacna y Lima. Esta es, sin duda, una democracia con tajos.

Fuente: La República

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