Según informaron las autoridades políticas la empresa no pudo acreditar el derecho de uso del terreno a ser explorado.
Las actividades de Afrodita se venían desarrollando en la Cordillera del Cóndor, provincia de Condorcanqui, región Amazonas, territorio ancestral del pueblo Awajún y Wampis, sin la consulta ni el consentimiento de las comunidades indígenas.
El presidente del Consejo de Ministros enfatizó que esta suspensión “tiene mucho que ver con la movilización que preparaban algunas comunidades indígenas en la zona de la Cordillera del Cóndor, con el propósito de mostrar su desacuerdo con las operaciones de esta minera”.
Precisamente 52 comunidades indígenas desarrollaban una campaña contra la actividad de Minera Afrodita por poner en grave riesgo los ríos Cenepa y Marañón, afectando a más de trece mil pobladores indígenas que viven en la zona fronteriza con el Ecuador.
Sin embargo, las demandas de las comunidades indígenas no se reducen a las actividades de Minera Afrodita. Ellas demandan se restablezca la ampliación e intangibilidad del Parque Nacional Ichikat Muja.
Como lo denunció la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (Odecofroc) el diseño original del Parque Nacional fue recortado en más de 80 mil hectáreas únicamente para favorecer concesiones mineras.
Tal es así que existen 84 concesiones mineras sobre un área de extrema fragilidad ambiental y que es cabecera de cuencas de varios ríos que abastecen un territorio de gran biodiversidad y donde viven los pueblos indígenas Awajun y Wampis.
Precisamente, el 5 de febrero se celebró en la comunidad de Huampami un acuerdo entre los representantes del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SENARP) y las organizaciones indígenas para gestionar la ampliación del Parque Nacional Ichigkat Muja.
El anuncio de la suspensión de las actividades de Minera Afrodita no informó algún acuerdo del Consejo de Ministros sobre dicha petición.
Fuente: Servindi