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Currículo de la educación básica (I): factores endógenos

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Los tiempos cambian y las investigaciones en teoría del aprendizaje también. El siglo pasado se hablaba de memoria de largo plazo y memoria de corto plazo, hoy hablamos de “memoria de trabajo”. Un ejemplo (bastante) elemental: si tienes un amigo no dedicado a la docencia en matemáticas y le preguntas por la fórmula general para resolver una ecuación de segundo grado, tu amigo en mención (supuesto sea, por ejemplo, abogado) no está obligado a “recordarla”.

Los contenidos (temáticos de área) y la memoria fueron cuestionados por las “nuevas corrientes pedagógicas”. Bajo la consigna de “priorizar el desarrollo de competencias” la labor de nuestros colegas de aula se vio atiborrada de técnicas/ métodos/ modelos para “desarrollar competencias”. Ya han pasado más de quince años de esta propuesta y los resultados en la educación básica son conocidos.

Lo que queda demostrado en el aula son dos axiomas pedagógicos: (i) sin memoria imposible lograr aprendizajes y (ii) sin contenidos (temáticos de área) no hay desarrollo de competencias fundamentales (pensamiento crítico; pensamiento creativo; toma de decisiones; solución de problemas). Se necesita un currículo consensuado tanto para el docente como para el estudiante del Bicentenario. Y hay que sincerar las prioridades pedagógicas y laborales. Si la prioridad pedagógica es el desarrollo de competencias, éstas se deben lograr gradualmente (definir logros de aprendizaje mínimos/ básicos y desarrollo de capacidades de área). Si la prioridad es insertar al mundo laboral al egresado de la educación básica hay que formular un conjunto de habilidades procedimentales y destrezas básicas que debe adquirir un egresado de educación secundaria (capital humano).

Algunas preguntas que debe responder, clara y explícitamente, un currículo de educación básica:
– ¿Qué es relevante enseñar en la educación básica? [Discriminar contenidos, diversificación curricular].
– ¿Qué se debe (priorizar) aprender en la educación básica? [Definir logros de aprendizaje mínimos / logros de aprendizaje de ciclo].
– ¿Cómo enseñar? [Pertinencia de la(s) metodología(s) según ámbito geográfico].

Referencias bibliográficas de autores clásicos como Bloom, Ausubel, Bruner, Bandura, Piaget, Vigotsky, Luria, Feuerstein se puede leer en la web googleando. Actualmente dos investigadores participan activamente en el diseño y formulación de lineamientos curriculares: César Coll (psicólogo / España) y David Perkins (matemático / USA).

Fuente: The Brainwaves Video Anthology

ABBA: Aprendizaje Basado en Bastantes Alumnos

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En el discurso pedagógico no resulta difícil identificar muletillas en los abundantes talleres/charlas/mesas de trabajo/clínicas/conferencias (de innovaciones) pedagógicas en la que participan los profesores de aula como por ejemplo “aprender haciendo”, “dejar de memorizar”, “participación activa”, etc. En la tan ansiada innovación en el aula se discriminan técnicas didácticas y/o métodos de enseñanza a partir de un mismo acrónimo, como por ejemplo ABP (Aprendizaje Basado en Problemas / Aprendizaje Basado en Proyectos / Aprendizaje Basado en el Pensamiento). También se incorporan anglicismos como flipped classroom (aula invertida). Los autores no se ponen de acuerdo (y no están obligados) en si sus propuestas son modelos pedagógicos o enfoques pedagógicos o técnicas didácticas.

Todas estas técnicas y/o métodos favorecen/propician el desarrollo de competencias en el estudiante teniendo en cuenta su ritmo de aprendizaje, el trabajo colaborativo y la alfabetización digital (en ámbitos geográficos urbanos). En el contexto de esta oferta de técnicas y/o métodos, el profesor de aula atiborrado de literatura sobre su desempeño satisfactorio en el aula se ve ante una disyuntiva:¿debería priorizar la técnicas y/o método o el desarrollo de competencias?

Así como existe una ingente oferta de técnicas y/o métodos desde el mercado editorial también existe el anhelo desde la burocracia de “imitar modelos exitosos” como el de Finlandia. Pero antes de intentar “copiar lo bueno” deberíamos hacernos algunas preguntas: se tiene el mismo ratio o proporción de estudiantes por aula? cuál es el porcentaje de pobres? grado de desigualdad? similar oferta de infraestructura educativa? similar oferta de salud pública? brechas de aprendizaje similares? accesibilidad a internet? Una particularidad de Finlandia es el acceso gratuito a la educación básica por la mayoría de su población (al menos el 95%) y si bien es cierto la educación privada no está prohibida (alrededor del 4%), lo que sí se prohíbe es lucrar en la educación básica (por ejemplo está prohibida en su legislación cobrar matrícula).

Nadie duda que es positivo imitar (identificar y rescatar) buenas experiencias en otros sistemas educativos pero no es positivo el “copy and paste” y tampoco es positivo pretender o anhelar los sistemas educativos de los primeros puestos de PISA si estos cambian con los años y su economía y salud pública (de los primeros puestos) distan de la nuestra.

En alguna oportunidad un amigo médico me comentó: “cuando los políticos tengan que acudir a un hospital para atenderse, la salud pública mejorará”. La misma intención (creo) es la de la caricatura adjunta del FARO (aplicada a la educación pública):

 

Emergencia Educativa “reloaded”

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Estudio social.- Imagínate que estás en la “sala de profesores” de un colegio o de una institución de educación superior (instituto, pedagógico, universidad) y tienes unos minutos para compartir con otros profesores (de más de una especialidad o área) y realizan la siguiente dinámica: en una hoja en blanco, no más de un párrafo, redacta la noción/definición/concepto/idea de “competencia” (obviamente en el contexto del ejercicio de la docencia). A priori, a lo más la mitad de participantes tendrán alguna coincidencia PERO la otra mitad NO. Se trae a colación otro ejemplo, qué se entiende (qué entendemos) por “nativo digital“? Tendrán la misma noción de “nativo digital” un profesor de la OCDE que un profesor cuya economía no pertenece a la OCDE? No necesariamente. Se identificarán “nativos digitales” en el ámbito geográfico rural donde NO llega internet?

Lo que se intenta explicitar es la importancia de entender (sin dudas ni murmuraciones) un concepto importante como el de competencia en el ámbito educativo (colegio, instituto pedagógico, universidad). Eso pasa con los constructos como “cultura digital” y “calidad educativa”. Son constructos que deberían ser internalizados unívocamente por cada especialista del Minedu como parte de la política educativa que se pretende implementar en el marco de la “Emergencia Educativa”. Emergencia educativa que ya se dio durante el gobierno de Alejandro Toledo, siendo primera ministra Beatriz Merino (2003). Haciendo memoria TODOS los documentos impresos referentes a la “emergencia educativa” se publicaron en el año 2006 (acabando el gobierno de Toledo).

Asimismo, de manera natural, todos los especialistas (independiente de la dirección pedagógica a la que pertenezcan) deberían tener como backup (bibliografía básica) natural el repositorio del Minedu, según perfil profesional. Si el currículo nacional – en esta coyuntura de pandemia -TODAVÍA declara que las competencias se desarrollan a lo largo de los siete ciclos de la educación básica, debemos asumir que los especialistas del Minedu (de la unidad de medición de la calidad, educación primaria, educación secundaria, educación básica alternativa, etc.) manejan (e internalizan) un mismo discurso al respecto. Además, en relación al diseño, formulación y aplicación del plan de trabajo de la “Emergencia Educativa” se debería aprovechar APRENDO EN CASA pero NO solo con “actores” sino con más participación de profesores de aula. También, priorizar un único eje transversal a todas las áreas de la educación básica: la comprensión lectora (nivel literal, inferencial y juicio crítico) desde la organización, sistematización, interpretación y análisis de datos. NO los documentos impresos. Y ya es momento que se explicite la incorporación de aplicativos (apps) en – al menos – el quinto, sexto y séptimo ciclo de la educación básica.

En esta coyuntura de emergencia sanitaria la prioridad debe ser definir y alcanzar capacidades de área (macro capacidades) mínimas y declarar un conjunto de logros de aprendizaje (mínimos) por alcanzar en cada ciclo de la educación básica. Así como la Sunedu definió para el licenciamiento de universidades las Condiciones Básicas de Calidad (CBC), en la educación básica se puede formular y aplicar un Currículo Básico de Capacidades (CBC) por lograr en el marco de la “emergencia educativa”.

Si antes de la pandemia ya los logros de aprendizaje satisfactorios, según pruebas ECE – UMC, eran exiguos. Lo poco o casi nada logrado en el año escolar 2020 y lo que va de este año escolar 2021 amerita decantar objetivos pedagógicos que respondan a la coyuntura y a las deficiencias diagnosticadas en la educación básica.

Fuente: Exitosa noticias

Aprendo (bien) en casa (II): Promo 2020 – La PRE

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Toda iniciativa que sirva como insumo para el aprendizaje en la educación básica es laudable, teniendo en cuenta la coyuntura (de emergencia) educativa. El día lunes 1 de febrero, haciendo zapping tuve oportunidad de identificar en televisión el programa Aprendo en Casa, el tema a tratar “Razones y proporciones –  Ejercicios resueltos PRE”. Cabe precisar que supuestamente está diseñada (la sesión de aprendizaje) para estudiantes que han culminado la educación básica y se están “preparando para postular” a la educación superior.

Lo que hay que observar (y rectificar) es que el mero hecho de declarar (en el papel) que se desarrollan competencias (de las áreas de educación básica) NO es condición suficiente para transmitir en televisión nacional una supuesta sesión de aprendizaje (sin ser revisada por especialistas del área), en dónde – se supone – se desarrollan competencias del área de matemáticas (¿cómo se miden los logros de aprendizaje de la sesión?).

Lo que se puede identificar en la sesión de aprendizaje (en mención) es que se prioriza la actuación (sesgada) de los personajes que simulan una “clase remota” con la supervisión/ mediación/asesoría de una profesora y luego aludiendo a una “preparación PRE universitaria” se procede a desarrollar la “típica clase tradicional” en donde “una alumna pre” genera preguntas – apelando a una pizarra – para ser contestada por “un alumno pre” (típico enfoque conductista). En este punto cabe precisar que el Minedu no reconoce los colegios con el rótulo de “preuniversitarios“.

El currículo nacional debe dejar de ser un mero documento declarativo y pasar a aplicarse  de manera efectiva en todas las instituciones educativas del país (estatales y no estatales). [Esta debería ser una de las políticas educativas a priorizar en el país]

Ante esta observación, restringiendo el comentario a la educación básica, supongo que los profesionales (que laboran en las direcciones de línea y en el gabinete de asesores del Minedu) sociólogos, sicólogos, abogados, antropólogos y economistas se preguntarán ¿qué hacer?, ¿qué proponer?, ¿bajo qué condiciones firmar un convenio de “aprendizaje remoto”?

Lo que se ha podido identificar a partir de experiencias tanto a nivel nacional como internacional es que el “copy and paste” de “clase presencial” a “clase virtual” no necesariamente desarrolla capacidades de área en los estudiantes. Y una primera (y obvia) contradicción es que NO son los mismos escenarios/espacios de aprendizaje (algún “tecnócrata progre” de escritorio hablará de “la ecología del aprendizaje”). En consecuencia, lo primero que se debe declarar (y al menos asegurar) es un conjunto de logros de aprendizaje mínimos (estándares) por cada ciclo de la educación básica dada la coyuntura en cada área. Y luego, que la mayoría de estudiantes (al menos) intenten alcanzar sendos estándares (mínimos).

Se ha hablado bastante sobre la licitación y compra de tablets y todavía NO se han entregado al grueso de estudiantes de la educación básica a nivel nacional. Existen apps que se pueden utilizar desde un teléfono celular y – de manera natural – desarrollar capacidades específicas del área de matemáticas en los estudiantes. A lo mejor algún tecnócrata precisará que “no todos los estudiantes tienen tablets o celulares” para aprovechar “el aprendizaje remoto” y – una vez más (el mismo verso) – “se relega a los más pobres”. La respuesta debe ser práctica y simple, si ya existe una estrategia nacional para que tanto estudiantes y profesores se involucren con las TIC’s ¿por qué no utilizarlas? ¿por qué no aplicarlas en las áreas del currículo nacional?

Aprovechando la clase en mención se va a presentar, a continuación, la solución de los ejercicios propuestos (2, 3 y 4) desde Graspable Math: