Por Nilton Quiñones
El tema de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, fortaleciendo las instituciones nacionales, no dejar a nadie atrás y eliminar la discriminación han sido reflexionadas en la “Capacitación Regional para medir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 en Latinoamérica y El Caribe – Paz, justicia e Instituciones Sólidas” organizada por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Específicamente, tuve la oportunidad de abordar el Indicador 10.3.1/16.b.1 correspondientes a las meta 16.b “Promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS de la Agenda 2030 , donde se mide la “Proporción de la población que declara haberse sentido personalmente discriminada o acosada en los últimos 12 meses por motivos de discriminación prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”.
Al respecto, es importante precisar que, para medir, como primer paso se tiene que identificar qué se quiere medir, porque se mide y, como segundo paso, corresponde plantearnos el cómo (que incluyen los límites y alcances de este).
En este sentido a la fecha, se cuenta con un amplio número de tratados en derechos humanos que establecen diversas medidas que los Estados deben de adoptar contra la discriminación, entre ellos, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y tratados internacionales de derechos humanos. Además, la Agenda 2030 incorpora de manera transversal el Principio de Igualdad y No Discriminación.
Por otro lado, (re)conocemos de las distintas situaciones y efectos de la discriminación que afecta a la población de manera directa o indirecta. Por ejemplo, las brechas de accesos a derechos se han acrecentado en mayor medida por la Pandemia ocasionada por el coronavirus en las niñas, niños y adolescentes-NNA, población de lesbianas, gays, trans, bisexual,es intersexuales-LGTBI, personas con discapacidad, personas migrantes, entre otros grupos de especial protección.
Sin duda, este evento ha sido una excelente oportunidad donde diversos expertos internacionales y especialistas de los sistemas estadísticos de la Región han podido reflexionar y a partir de ello propongo tres recomendaciones.
Primero consolidar un sistema de medición sostenible en la lucha contra la discriminación, se recomienda que los Estados prioricen sus esfuerzos en medir la discriminación utilizando los indicadores de los compromisos de los ODS. Para esto se puede avanzar en coordinar de manera efectiva los esfuerzos de cooperación horizontal, regional e internacional entre los países, para avanzar en el cierre de las brechas de capacidades estadísticas para los indicadores priorizados para el seguimiento de la Agenda 2030.
Asimismo, la Pandemia nos ha enseñado que las entidades nacionales de estadísticas deben invertir en la diversificación de las fuentes de datos como una buena estrategia para mejorar la resiliencia de los sistemas estadísticos nacionales a futuras crisis que pueden afectar el trabajo de campo. Además, se pueden aprovechar recursos estratégicos existentes, fuentes existentes, como los registros administrativos o de nuevas fuentes como la información geoespacial o fuentes generadas por nuevos aplicativos.
En segundo lugar, consolidar la implementación del enfoque basado en derechos humanos–EBDH en el desglose, recopilación y difusión de datos, para garantizar que nadie se quede atrás y recopilación de la información oficial. Las estadísticas generadas deberán estar alineadas con los tratados de derechos humanos; y para esto se deberá revisar por ejemplo las recomendaciones relacionadas a la mejora de recolección de los datos y su difusión en el marco del Examen Periódico Universal y por los Órganos de Tratados y los Procedimientos Especiales. Por ejemplo: De manera reiterada se recomienda a los Estados desagregar información que permita conocer la situación de las personas migrantes, mujeres, trabajadoras y trabajadores domésticos; mejorar los registros administrativos de los observatorios de criminalidad con datos detallados sobre actos de violencia y discriminación contra personas LGBTI; así como a recabar información precisa datos para monitorear la defensa de sus derechos de los NNA para la eliminación de la discriminación contra los niños con discapacidad, en particular a los niños indígenas.
Finalmente, se sugiere avanzar en la investigación de las causas y medidas efectivas en la lucha contra la discriminación. La encuesta como herramienta de investigación científica, no solo debe ser considerado como un ejercicio de recopilación de datos, que describen una situación determinada, sino es un insumo importante para el diseño de políticas públicas por resultados, orientadas a mejorar la intervención del Estado, especialmente, cuando se trata de garantizar el ejercicio de los derechos humanos de todos y todas.
Para conocer más del evento, pueden verlo en:
https://www.facebook.com/watch/live/?v=160118566088185&ref=watch_permalink