Finanzas Comparadas: La crisis europea y la calificación de riesgo del Perú

Mario Zambrano

Profesor de la Maestría en Derecho Bancario y Financiero, Pontificia Universidad Católica del Perú.

La crisis internacional que empezó el 2008 todavía da que hablar. En Europa algunos países han entrado en programas de rescate de sus economías: hace poco fue Grecia con uno de US$150,000 millones (casi todo su PBI), recientemente Irlanda, también grandes ajustes en Portugal, y de ahí la prensa económica internacional especula que los seguirían el resto de los países del grupo llamado PIIGS por sus siglas en inglés (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). Adicionalmente, también ya se menciona a Bélgica.

Los PIIGS son economías de diversos tamaños, en recesión y con tasas de desempleo elevadas; altos déficit fiscales, desbalances de cuenta corriente, creciente morosidad y un importante número de bancos. No obstante ello, llama la atención que el primer país rescatado, Grecia, tuviese similar clasificación de riesgo que el Perú, otros PIIGS la tuviesen mejor inclusive. En ese sentido, el análisis comparativo inferiría que el sostenimiento de los buenos fundamentos de la economía peruana y sus perspectivas deberían sustentar la mejora de su clasificación de riesgo en el corto plazo, con las positivas consecuencias que ello podría tener en términos de inversión y el costo del dinero del exterior.

Un tema que podría quedar flotando es qué explica que estos países, PIIGS, no tengan una peor clasificación de riesgo, es decir, pasar de grado de inversión a grado especulativo. Entendemos que la respuesta va por el inmenso apoyo que le brinda la Unión Europea, particularmente Alemania y Francia, a través del Banco Central Europeo (BCE) para salvaguardar la comunidad euro a través de los programas de rescate y la compra (y recompra) de los Bonos Soberanos de los PIIGS. Es decir, las garantías y la adquisición de papeles habrían “sostenido” la clasificación de riesgo y los niveles de sus tasas de descuento, aunque ya Italia y España parece que han perdido “calidad crediticia” pues actualmente el mercado exige un mayor rendimiento a los bonos soberanos de dichos países.

Hay al menos dos hechos que dejan aún preocupación sobre Europa: primero, las pruebas de stress (o tensión) en la zona euro; por ejemplo hace poco tiempo afirmaban que ningún banco irlandés estuviera en problemas y, sorpresa, ahora se sabe que se liquidarán y fusionarán buena parte de las empresas de dicho sistema en crisis; y segundo, organismos financieros internacionales estiman que sistemas financieros como el español no habrían todavía reconocido en libros el 50% de sus pérdidas (el propio regulador español ya habla de inyecciones de 22 mil millones de euros del gobierno contra acciones de Bancos y Cajas).

El parecido con la situación norteamericana no parece casual. Esto sugiere que todavía falta mucha transparencia de información en los países desarrollados (inclusive con sonados casos de información pública falsa de varios países europeos) y que la crisis internacional y sus consecuencias parecen lejos de terminar. Recordar que si el sector real anda mal seguro que el financiero también.

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