No debe sorprendernos que el “International Organization for Standardization” – ISO (derivado del Griego isos, igual) una de las entidades más reconocidas en el mundo para crear estándares – tenga interés en proporcionar un instrumento que guíe la gestión de los proyectos.
Estándares para la gestión de proyectos no nos faltan. Lo q sí nos falta son metodologías que sigamos al pie de la letra con el fin de tener un proceso controlado. Cualquier otra forma de ver el tema es un arte y lo q sugiero a los miembros de mi equipo de trabajo, es que se tiene que trabajar sobre un modelo o estructura. Esa es la metodología. Con sus virtudes y todos aquellos defectos q se irán superando con la madurez del mismo.
Regresando al ISO 21500, creo q esta vez queda demostrado que, en cuestión de estándares, la Guía PMBOK® ha desarrollado una solidez difícil de reemplazar para darnos una estructura y guía para la gestión de proyectos. PRINCE2 es una aproximación estructurada y cuenta también con un conjunto de procesos pero no así el grado de difusión mundial que logra el PMI ni tampoco cuenta con la cantidad de PMPs y Capítulos con los que ya cuenta. Esto no quiere quitar ningún merito al esfuerzo de la ISO en proponer, a través de un comité de muchos participantes y entre ellos claro esta el PMI, una estructura básica para el mejor entendimiento de la gestión de los proyectos buscando con fin la excelencia en dicho proceso. Denle una vuelta al internet y accedan a las cerca de 48 páginas q tiene la norma. Si quieren simplificar el PMBOK® creo q esto les podría servir, no para la certificación PMP sino para tener una guía bastante simple y que comiencen a gestionar sus proyectos bajo una metodología básica y q todo el equipo se ciña a el.
En una próxima, q espero no se demore tanto, quiero comentar sobre los esfuerzos hechos por el PMI y el INCOSE (International Counsil on Systems Engineering) y el MIT para seguir tendiendo puentes entre las disciplinas de gestión y las de ingeniería.
Exitos
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