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LA IMAGEN DEL BRASIL MESTIZO FUE INVENTADA POR GILBERTO FREYRE – Entrevista com Guillermo Giucci
LA IMAGEN DEL BRASIL MESTIZO FUE INVENTADA POR GILBERTO FREYRE – Entrevista com Guillermo Giucci
Entrevista com Guillermo Giucci (em espanhol)
Colaborador: Prof. Darío Henao Restrepo – Univalle – Colômbia
“LA IMAGEN DEL BRASIL MESTIZO FUE INVENTADA POR GILBERTO FREYRE”
Por Darío Henao Restrepo
Decano de Humanidades, Univalle
Especial para Gaceta
El escritor uruguayo Guillermo Giucci Schmit, quien reside en el Brasil desde hace 15 años. vino al Festival Internacional de Arte de Cali para hablar sobre las relaciones entre la cultura y la tecnología y sobre Gilberto Freyre, el autor de Casa Grande & Senzala , un libro esencial para entender la conformación socio-cultural de la nación brasilera, y sin duda uno de los clásicos de la antropología cultural latinoamericana. A estos temas Giucci se ha dedicado en los últimos años como profesor e investigador de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro con trabajos como – La vida cultural del automóvil (1900-1940) y Gilberto Freyre. Una biografía cultural – que explican la solvencia, rigor y lucidez con la que presentó sus puntos sobre el tema del Festival: el porvenir de la cultura.
Con la apariencia atlética de un jugador de fútbol, desde chico confiesa que fue un apasionado seguidor del Nacional de Montevideo, Giucci impresiona por la manera como combina su rigurosa formación académica en temas de la llamada alta cultura ( es doctor en Letras de la Universidad de Stanford, Estados Unidos) con los de la actualidad, la vida cotidiana, los imaginarios populares, el cine, los deportes, las costumbres, la publicidad, la televisión y la tecnología. Esto porque tiene la convicción de que la tecnología y la cultura no se excluyen, sino que se complementan, y que tal combinación entre lo tecnológico y lo cultural nos ayuda a comprender muchos de los debates del mundo actual. Esta amplitud de mira le ganó mucha atención y diálogo con el público que lo escuchó en Cali, especialmente, con los jóvenes que asistieron a sus conferencias, Cultura y Tecnología: formas de la imaginación y Gilberto Freyre. La formación de un intelectual.
Muy bien impresionado por la vitalidad de las manifestaciones de la cultura colombiana, especialmente de sus expresiones populares en la música, el teatro, la danza y la culinaria, siempre estuvo atento para establecer paralelos con el Brasil e indagar sobre la percepción de los colombianos sobre ese país. Antes de partir para Bogotá, donde será recibido por Otto Morales Benítez en la Academia Colombiana de la Lengua para disertar sobre la obra de Freyre, con mucha generosidad concedió la presente entrevista para Gaceta
– Usted es un estudioso de la obra de Gilberto Freyre. ¿Qué importancia tuvo para la cultura brasilera?
Freyre se formó intelectualmente en el exterior, principalmente Estados Unidos, donde estudió literatura y ciencias sociales. Uno de sus profesores en la Universidad de Columbia fue Franz Boas, de quien aprendió la diferencia entre raza y cultura. Fue el estudio de la antropología, bajo la orientación de Boas, lo que primero le reveló al negro y al mulato en su justo valor, separados los rasgos de raza, los efectos del ambiente o de la experiencia cultural. Este distanciamiento físico e intelectual de su medio ambiente permitió que Freyre observase la región y la nación de un modo a la vez crítico y nostálgico al retornar a Brasil en 1923. Aquí por supuesto sería interesante discutir el tema del retorno y sus variedades históricas. Tiene una larga historia, como lo prueba el regreso del Ulises homérico. El caso de Freyre puede ser productivamente comparado con el retorno del joven Borges a Buenos Aires en 1921, experiencia que daría lugar a Fervor de Buenos Aires. Se puede considerar a Freyre como el inventor cultural de la región Nordeste en la década del 20, y como el inventor cultural de la nación Brasil en la década del 30. La imagen positiva del Brasil híbrido y mestizo que tiene gran parte de los brasileños fue inventada por Gilberto Freyre en Casa-grande & senzala.
– ¿Por qué Casa-grande & senzala tuvo tanta repercusión en el Brasil desde su publicación a fines de 1933?
Brasil sufría según los analistas de inicios de siglo de dos deficiencias incurables. La primera era geográfica y tenía que ver con el trópico. Producía seres indolentes, perezosos, incompatibles con la civilización. La segunda era racial. Se trataba del mestizaje, una plaga que había que erradicar ´enblanqueciendo´ progresivamente a la población. El mulato era un degenerado, y el mestizaje un problema. Freyre mudó ese diagnóstico, sin integrarse al grupo de los ufanistas. Argumentó que en la América tropical se había formado una sociedad agraria en la estructura, esclavista en la técnica de explotación económica, híbrida de indio, y más tarde de negro, en su composición. En particular Brasil era la primera sociedad moderna constituida en los trópicos con características nacionales y cualidades de permanencia. En el trópico, donde habían fracasado los nórdicos, había triunfado la colonización portuguesa. La cultura brasilera surgía, positivamente evaluada en un estudio monumental, de esa mezcla singular en el trópico entre portugueses, indios y esclavos africanos.
– La sexualidad es uno de los aspectos más estudiados por Freyre en ese encuentro cultural en Brasil. ¿Qué puede decir al respecto?
Freyre captó con brillo la singularidad de un modo de vida, concebido como ´hecho social total´. Un ejemplo es la sexualidad, que atraviesa Casa-grande & senzala de punta a punta. Desde la llegada el colonizador portugués se relacionó sexualmente con la mujer indígena. Ya en el período de la esclavitud, el cuerpo del amo blanco se tornó el membrum virile. Tenía manos de mujer y pies de niño, pero el sexo arrogantemente viril. Esa sexualidad no era simplemente una expresión del equilibrio de los antagonismos, sino que también condujo a la sifilización del Brasil, en lugar de la civilización, y consolidó las desiguales relaciones de poder. Freyre examinó las relaciones de sadismo y masoquismo en la vida sexual doméstica, para luego extenderlas al campo más amplio de la vida social y política.
– Usted llevó varios años para realizar la biografía cultural de Freyre. ¿Qué significó este esfuerzo?
Supuso para comenzar un esfuerzo conjunto. La biografía cultural fue el resultado de un trabajo elaborado a cuatro manos con el antropólogo Enrique Rodríguez Larreta. Habría que repetir aquí lo que afirmaron Deleuze y Guattari en el prólogo a Mil mesetas. Como cada uno de nosotros éramos muchos, la combinación desemboca en un infinito. La biografía cultural, aún en proceso de revisión, se basa en un trabajo riguroso de análisis de fuentes y documentos primarios relacionados con la vida y obra de Freyre. Intentamos reconstituir los ambientes sociales importantes en su trayectoria y situar al autor en el horizonte cultural de su época. Enfatizamos las formas de individualidad modeladas por la cultura, la busca del detalle y la sensibilidad de época. El propio Freyre estuvo directamente relacionado con la sensibilidad del romanticismo tardío, tanto francés como inglés, con su vasta y rica tradición de literatura biográfica y autobiográfica, que va de George Moore a Marcel Proust y de los Retratos imaginarios de Walter Pater a los diarios de Valery Larbaud.
– ¿Qué líneas de aproximación encuentra entre los ensayos de Freyre y los de autores hispanoamericanos como Octavio Paz, Ezequiel Martínez Estrada y Fernando Ortiz?
Habría que diferenciar por un lado Ezequiel Martínez Estrada y Octavio Paz, ambos representantes notables del ensayo en América Latina. Tanto Radiografía de la Pampa como El laberinto de la soledad son libros que se apoyan en intuiciones fulgurantes, pero que carecen de un cuerpo documental empírico. En ese sentido son muy diferentes de Casa-grande & senzala. Freyre combinó la literatura con las teorías de las ciencias sociales más avanzadas de la época, lo que le permitió ir más allá del ensayo. Estamos ante un libro inclasificable, mezcla de historia social, antropología histórica y literatura. Por otro lado, las conclusiones son sumamente divergentes. Freyre valorizó el mestizaje, que Martínez Estrada y Paz denunciaron. Casa-grande & senzala es un trabajo de investigación de carácter terapéutico que aspira a una reconciliación de los desgarramientos de la vida histórica, lo que Hegel llamó la causalidad del destino. Casa-grande & senzala es un libro de historia escrito contra la historia, en el cual la diferencia entre el presente y el pasado sirve como indicador crítico del presente. Las afinidades con la obra de Fernando Ortiz son de mayor envergadura. Ambos autores coinciden en el estudio de la cultura material y en la biografía de los objetos. Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar introduce el vocablo ´transculturación´, en muchos sentidos semejante a la noción del mestizaje freyriano. Se trata asimismo de una investigación de la antropología histórica. Pero el trasfondo positivista de Ortiz lo distingue nítidamente de Freyre.
– ¿Fue conocido en el exterior el trabajo de Gilberto Freyre?
Freyre fue traducido a muchas lenguas, especialmente Casa-grande & senzala. La fortuna crítica de este libro es amplia y difusa. En particular los historiadores franceses del movimiento de los Annales compartieron con Freyre una serie de afinidades intelectuales. Hubo convergencia en el estudio de la vida privada, la vida íntima y la vida cotidiana. Fernand Braudel le dedicó a la obra de Freyre, en la década del 40, un extenso y elogioso artículo. Señaló Braudel la importancia de la historia-problema. Por otra parte, el estilo literario llamó la atención de Roland Barthes a inicios de los años 50. Destacó Barthes la ´corporalidad´ del texto, con lo cual reconocía que se trataba de un escritor surgido de su propia matriz cultural. Actualmente Freyre es más mencionado que leído. Es el destino de los clásicos. Pero los problemas que tematizó para el Brasil, el mestizaje, la relación raza y cultura, el proceso civilizador, aún mantienen gran actualidad y de ninguna manera están resueltos.
– La obra de Freyre introduce una valoración de lo popular. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Lo popular comenzó a perder su carácter indigno en el Brasil con una serie de escritores aislados y en particular con el modernismo. Entiéndase modernismo en el sentido de las vanguardias. A diferencia de lo que sucedió en la América hispánica, en Brasil se denominó modernismo al movimiento de renovación literaria de carácter vanguardista. Freyre valorizó la cultura popular desde el ángulo de las ciencias sociales. Como se consideraba un escritor, y un divulgador, narra la historia de un modo simple, aunque no simplista ni ingenuo. En su obra incorporó dichos populares y palabras consideradas vulgares. Se preocupó con expresiones culturales antes marginadas: la oralidad, la comida y la alimentación, los juegos y juguetes de los niños, los entierros, la música, la sexualidad, los modos de vestir. Freyre miró en otra dirección. Es sorprendente la bibliografía utilizada, incluyendo las entrevistas orales y los libros de los viajeros extranjeros. Lo popular atrajo a Freyre desde su infancia, y recibió su elaboración más poderosa en las páginas que dedicó al aporte fundamental de los esclavos negros a la cultura brasilera.
– ¿Cómo se le ocurrió abordar el problema de la historia del automóvil en relación con la cultura y la literatura?
Mi estudio comenzó como una investigación amplia entre el arte y la tecnología entre 1900 y 1940. El capítulo del automóvil rápidamente desbordó el marco original. Era tal la cantidad de material que resultó prácticamente inevitable convertirlo en un libro. Me sorprendió la importancia de la figura del automóvil en la producción cultural. Inmensa. La automovilidad intensificó los cambios en la percepción del tiempo y el espacio derivados de la revolución industrial. Contribuyó a transformar las ideas de velocidad, tradición, consumo, lenguaje, accidente y naturaleza. Yo había leído con anterioridad parte de la bibliografía luego incorporada a mi trabajo, pero mi formación humanista me había cegado a la riqueza de las referencias literarias respecto al automóvil.
– Usted se ocupa del fordismo, la línea de montaje, todo eso que ironizó Chaplin en Tiempos modernos. ¿Qué impacto tuvo este fenómeno en las representaciones culturales?
Henry Ford fue un mito en vida, y el fordismo ejerció un tremendo impacto en la cultura. Al punto que hoy es un lugar común dividir el siglo XX entre fordismo y pós-fordismo. Chaplin concibió Tiempos modernos precisamente después de una visita a las fábricas Ford en Detroit. En el fordismo se percibió la prolongación del panoptismo y una imagen de la sociedad controlada por el condicionamiento y la mecanización. Gramsci fue un gran intérprete de la relación entre americanismo y fordismo, pero sería Aldous Huxley, en Admirable mundo nuevo, quien retrataría el fordismo en términos de pesadilla biológica y de utopía deformada. Otros, sin embargo, como Lenin y Hitler, admiraban el sistema del fordismo -no sus presupuestos ideológicos- y se esforzaron por adaptar varios de sus principios a las condiciones particulares rusas y alemanas. Basta observar los murales de Diego Rivera en Detroit, o leer las páginas de Céline en Viaje al fin de la noche sobre su experiencia de trabajo en la fábrica Ford, para comprender la importancia del fordismo en la producción cultural de la época.
– En su ponencia ´Cultura y tecnología: formas de la imaginación´, usted cuestionó a ciertos intelectuales que tienen una visión apocalíptica de la cultura en estos tiempos de revolución científico-tecnológica. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Comienzo mi respuesta con un poco de autobiografía. Mi formación profesional fue en los clásicos, que leí con devoción, pero también pensando que se trataba de la única cultura posible. Y es que no hace mucho tiempo atrás, el término ´cultura´ estaba asociado a la idea de progreso, de evolución y de razón. Ser culto implicaba la familiaridad con la tradición literaria, artística y musical consagrada. Era la cultura una ordenación jerárquica, un capital espiritual laboriosamente adquirido por los individuos y los pueblos. Europa reinaba, y los genios dominaban. ¿Dónde están hoy los clásicos? ¿Dónde la erudición? Cuando Marx, Nietzsche y Freud se referían a la tragedia griega, o al Renacimiento, tales referencias cobraban sentido como parte de un código del saber compartido por un grupo de lectores. Ese acervo común del conocimiento se ha descentrado y fragmentado, y los clásicos tienen que competir con un heterogéneo conjunto de intereses y de saberes. Para ello contribuyó decisivamente la mundialización de la cultura. No se la puede simplemente confundir con americanización: en discusión están la modernidad amplia y las modernidades alternativas. Tiende a perder valor, ante la conciencia del sincretismo, la problemática de la unidad nacional, mientras el énfasis se desplaza hacia la variedad de las culturas, los mecanismos simbólicos de exclusión social y la emergencia de la sociedad en red. Considero que no hay más espacio crítico para los apocalípticos o los integrados. Esa función crítica le corresponde hoy al cronista imaginativo de nuestro tiempo y al intelectual semi-distanciado de su objeto de estudio.
Fuente: http://neumac.blogspot.com/2008/11/la-imagen-del-brasil-mestizo-fue.html Sigue leyendo
Disparen sobre Rigoberta.
Eduardo Galeano
¿Guatemala? ¿Centroamérica? En el centro de América, está Kansas. Guatemala no figura en el mapa de los medios masivos de comunicación, que fabrican la opinión pública mundial. Sin embargo, oh milagro, una mujer guatemalteca, Rigoberta Menchú, está ocupando, en estos últimos tiempos, bastante espacio. No por lo que ella denuncia, desde el país que viene de padecer la más larga y feroz matanza del siglo XX en las Américas: Rigoberta no es la denunciante, sino la denunciada. Una vez más, como es debido, las víctimas se sientan en el banquillo de los acusados.
Los gases de la infamia
Desde los Estados Unidos, faltaba más, se ha desatado esta nueva guerra química de intoxicación masiva.
La cosa empezó cuando un antropólogo norteamericano consagró 10 años de su vida a la investigación de las contradicciones de Rigoberta y la responsabilidad de la guerrilla en la represión que los indígenas han sufrido. «Vino a Guatemala, a estudiarnos como si fuéramos insectos», comenta el escritor Dante Liano: «En su libro invoca testigos y archivos. ¿Qué archivos hay sobre la guerra reciente? ¿Le abrió sus archivos el ejército?». Hace poco tiempo, el diputado Barrios Klee intentó consultar esos archivos, y apareció con un tiro en la cabeza. El obispo Juan Gerardi, que también lo había intentado, terminó con el cráneo partido a golpes de piedra.
The New York Times dio difusión mundial al asunto. El diario confirmó y publicó las conclusiones del antropólogo: el testimonio «Yo, Rigoberta Menchú», publicado hace veintipico de años, contiene «inexactitudes y falsedades». Por ejemplo, el hermano de Rigoberta, Patrocinio, no fue quemado vivo: fue fusilado y arrojado a una fosa común. O, por ejemplo: «Ella asistió, durante tres años, a un colegio privado», lo que suena a internado suizo, pero se refiere a una escuelita de Chichicastenango. Y así por el estilo, otros pelos en la leche.
Cortina de humo
A partir de allí, ardió, en reguero internacional, la pólvora. Súbitamente, se han multiplicado las voces que hablan de escándalo, que llaman mentirosa a Rigoberta y que, de paso cañazo, desautorizan al movimiento de resistencia indígena que ella expresa y simboliza. Con sospechosa celeridad, se está elevando una cortina de humo ante 40 años de tragedia en Guatemala, mágicamente reducidos a la provocación guerrillera y a los líos de familia, esas «cosas de indios».
No tuvo la misma repercusión, por cierto, el voluminoso y documentado informe de la Iglesia, elaborado por la comisión que el obispo Gerardi presidió, y que fue difundido el año pasado, dos días antes de su asesinato. Miles de testimonios, recogidos en todo el país, fueron juntando los pedacitos de la memoria del dolor: 150 mil guatemaltecos muertos, 150 mil desaparecidos, un millón de exiliados y refugiados, 200 mil huérfanos, 40 mil viudas. Nueve de cada 10 víctimas eran civiles desarmados, en su mayoría indígenas; y en ocho de cada 10 casos, la responsabilidad era del ejército o de sus bandas paramilitares. El informe habla de la responsabilidad directa, la responsabilidad de los títeres pagados. Sobre la otra, la de los titiriteros pagantes, bien valdría la pena que los Estados Unidos enviaran a todos sus antropólogos, y The New York Times movilizara a su cuerpo entero de redacción, para investigar el asunto. Pero el Pentágono y la Casa Blanca bien pueden silbar y mirar para otro lado: los norteamericanos no tienen la más puta idea de dónde queda este país, Guatemala, de nombre pintoresco y difícil de pronunciar.
El Nobel y ella
La campaña contra Rigoberta llegó hasta Oslo. Ya hay quienes exigen que devuelva el Nobel, o que se lo quiten. El premio está dado y bien dado, ratificó el Comité noruego: «Los detalles invocados no son esenciales», declaró su vocero.
Bueno fuera. El Nobel de la Paz, que Rigoberta ganó en el 92, no sólo fue la única conmemoración decente y justa de los 500 años de eso que llaman Descubrimiento de América, sino que, además, resultó un buen plumerazo para un premio que necesitaba una limpieza. El Premio Nobel de la Paz venía cargando mucha mugre desde 1906, cuando se lo dieron a Teddy Roosevelt, quien a los cuatro vientos proclamaba que la guerra purifica a los hombres, y más sucio fue quedando, con el paso del tiempo, cuando fue recibido por otros jefes guerreros, como, por ejemplo, Henry Kissinger, quien debe al mundo muchas muertes y ha sido el papá de Pinochet y otros monstruitos. Patas arriba: el mundo al revés discute ahora si Rigoberta merecía ese premio, en lugar de discutir si ese premio la merecía.
El país y ella
Los indígenas son mayoría en Guatemala. Pero la minoría dominante los trata, en dictadura o en democracia, como Africa del Sur trataba a los negros en tiempos del apartheid. De cada seis guatemaltecos adultos, sólo uno vota: los indios son buenos para atraer turistas, para recoger las cosechas de algodón y de café, y para servir de bestias de carga a la economía nacional y de blanco de tiro al ejército. «Pareces indio», dicen los mandones, que se creen blancos, a los hijos que se portan mal. Esa «sociedad guatemalteca» recibió al noticia del Nobel como un balde de agua fría. «India relamida», llaman a Rigoberta, desde entonces, las voces del despecho, y también: «india igualada». Y ahora: «india mentirosa».
Ella se ha salido de su lugar, y eso ofende. Que Rigoberta fuera india y mujer, vaya y pase, y allá ella con su doble desgracia. Pero esta mujer india resultó rebelde, imperdonable insolencia, y para colmo cometió luego la barbaridad de convertirse en uno de los símbolos universales de la dignidad humana. A los poderosos de Guatemala y del mundo, este desafío no les gusta ni un poquito.
El tiempo y ella
Rigoberta viene de una familia aniquilada, de una aldea arrasada, de una memoria quemada. Ella ha pasado los primeros 20 años de su vida cerrando los ojos de los muertos que le han abierto los ojos. El escritor vasco Bernardo Atxaga le preguntó:
?¿Cómo puedes ser tan jodidamente alegre?
?El tiempo ?respondió?. Desde chiquitos, nos educan para entender el tiempo como tiempo que no termina nunca, aunque el tránsito por el mundo sea muy corto.
Está escrito en uno de los libros sagrados:
?¿Qué es una persona en el camino? Tiempo.
Rigoberta es hija del tiempo. Como todos los mayas, ha sido tejida por los hilos del tiempo. Y ella suele decir:
?El tiempo teje despacio.
A la larga, lentamente, el tiempo decidirá qué es lo que vale la pena recordar de todo esto. El paso de los días y de los años irá separando la paja del grano. Quizás el tiempo olvide que Rigoberta Menchú recibió un Premio Nobel, pero seguramente el tiempo no olvidará que ella recibe, cada día, en las sierras indígenas de Guatemala y en tantos otros lugares, un premio mucho más importante que todos los nóbeles: el amor de los indignados y el odio de los indignos.
Quienes apedrean a Rigoberta, ignoran que la están elogiando. Al fin y al cabo, como bien dice el viejo proverbio, son los árboles que dan frutos los que reciben las pedradas.
Congresista Hilaria Supa no debe ser discriminada. Pronunciamiento de los profesores de la Sección de Lingüística de la PUCP
Pontificia Universidad Católica del Perú
A LA OPINIÓN PÚBLICA
Frente a la reciente publicación, en un diario local (Correo, 23/4/09), de apuntes
personales redactados por la congresista Hilaria Supa durante un debate en la sede del
Congreso, los profesores de la Sección de Lingüística de la Pontificia Universidad
Católica del Perú expresamos a la opinión pública lo siguiente:
1. Existe una sustancial diferencia entre los apuntes personales, como un género
especial de la lengua escrita, y otros textos de índole formal, que suponen un trabajo
específico de elaboración y revisión. Esta distinción refleja la versatilidad de los
redactores, quienes son capaces de distinguir entre diversas formas del código según el
contexto en que la escritura se produce. Así, un redactor puede estar en condiciones de
escribir a un amigo un mensaje electrónico en un registro coloquial y, minutos
después, elaborar un artículo académico en un registro formal. Por tanto, desde el
punto de vista lingüístico, es engañoso juzgar el manejo de la escritura que tiene un
redactor sin tomar en cuenta esta distinción de géneros y registros.
2. Las faltas de ortografía y redacción contenidas en el texto fotografiado por Correo
son expresión de la base fonológica y gramatical que la congresista Supa posee en
virtud de su lengua materna, el quechua. Esta base genera, como es natural, una
influencia en la adquisición del castellano como segunda lengua. Este tipo de
influencia es común entre los bilingües quechua-castellano, quienes, en su gran
mayoría, no han podido consolidar su aprendizaje del segundo idioma en condiciones
apropiadas, como las que podría brindar la educación intercultural bilingüe, por
razones políticas y económicas. Por tanto, no se puede juzgar la competencia en la
escritura castellana de la congresista Supa como una dimensión independiente de su
condición de quechuahablante, y hacerlo constituye una manipulación de los hechos
lingüísticos.
3. Los problemas de ortografía propios de los bilingües, como el cambio de las vocales
i/e y u/o y las faltas de concordancia, constituyen elementos importantes de un
estereotipo acerca de los quechuahablantes que se ha generalizado en una sociedad
jerarquizadora como la peruana. Este estereotipo consiste en pensar que dichos
hablantes son, por necesidad, individuos carentes de inteligencia, cultura y educación,
individuos que pueden ser calificados, en suma, de personas ignorantes. De este modo,
a partir de las faltas mencionadas, Correo infiere que la congresista Supa posee las
características descritas, lo que queda reflejado en el titular de portada “¡Qué nivel!”
(Correo, 23/4/09) y en la columna de su director (24/4/09), en la que afirma:
“Tocábamos el tema [de la escritura de la congresista] porque nos preocupa que el bajo
nivel intelectual del Congreso dañe tanto a nuestra democracia”. Queda claro, pues, el
carácter discriminador de este procedimiento, basado en un estereotipo.
4. Otro hecho que es indispensable considerar en este caso reside en que las
interferencias del sistema vocálico y de la sintaxis del quechua en el castellano
constituyen dos de los rasgos lingüísticos más estigmatizados por los monolingües
castellanos en el habla de los bilingües; es decir, estamos ante una de las
características lingüísticas que con mayor frecuencia se utilizan para juzgar
negativamente a dichos hablantes y discriminarlos. Quienes insisten en juicios como
los que son materia de este pronunciamiento contribuyen a perpetuar una
manifestación de violencia lingüística que se ha venido infligiendo en el Perú desde
hace siglos contra los hablantes de lenguas indígenas cuando se expresan en
castellano.
5. Todas las lenguas constituyen una reserva de sabiduría acumulada por generaciones
de hablantes que han tenido una particular e irrepetible relación con el mundo. Desde
el punto de vista lingüístico, valen tanto, pues, el quechua como el castellano, el
asháninka como el inglés, el shipibo como el chino. Sin embargo, en nuestro país, la
falta de manejo de un aspecto del castellano —la escritura— se entiende por algunos
como una carencia inadmisible en alguien que ejerce un cargo de representación,
mientras que gran parte de los hablantes del castellano no reconocen como un
problema la ignorancia de aspectos básicos del quechua, del aimara y de las lenguas
amazónicas. Desde nuestro punto de vista, esta percepción expresa falta de cultura y, a
la vez, refleja la desigual distribución de espacios de poder no solo para las lenguas
peruanas sino también para sus hablantes.
6. Por todas estas razones, los profesores de la Sección de Lingüística de la Pontificia
Universidad Católica del Perú condenamos este acto de discriminación y violencia
lingüística. Actos como estos son inaceptables en una sociedad democrática,
embarcada en la búsqueda de una convivencia creativa y enriquecedora entre sus
diversas matrices culturales. Sin embargo, nos complace, al mismo tiempo, ser testigos
de la pluralidad de reacciones en contra que este hecho lamentable ha generado
O que sera
DEMASIADO CERCA PARA ESTAR TAN LEJOS
(Chico Buarque de Holanda) – Versão de Daniel Viglietti – 3´40″
Oh, que será, que será
que andan suspirando por las alcobas,
que susurrando en versos y trovas,
que anda escondiendo bajo las ropas,
que anda en las cabezas y anda en las bocas,
que vá encendiendo velas en callejones,
que están hablando alto en los bodegones,
gritan en el mercado, está con certeza
en la naturaleza, será que será,
que no tiene certeza ni nunca tendrá,
lo que no tiene arreglo y nunca tendrá,
Que no tiene tamaão.
Oh, que será, que será
que vive en las ideas de los amantes,
que cantam los poetas mas delirantes,
que juran los profetas embriagados,
que está en las romerías de mutilados,
que está en las fantasías mas infelices,
lo sueñan de mañana las meretrices,
lo piensan los bandidos, los desvalidos,
en todos los sentidos, será que será,
que no tiene decencia ni nunca tendrá,
que no tiene censura ni nunca tendrá,
que no tiene sentido.
Oh, que será, que será
que todos los avisos no van evitar,
porque todas las risas van a desafiar,
y todas las campanas van a
porque todos los himnos van a consagrar,
porque todos los ñinos se han de desatar,
y todos los destinos se van a encontrar,
e el mismo Padre Eterno que nunca fué allá
al ver aquel inferno lo bendecirá.
Que no tiene gobierno ni nunca tendrá,
que no tiene verguenza ni nunca tendrá,
lo que no tiene juicio.
Sigue leyendo
Pese a todo, la deuda es con uno mismo
Aquí un poema, especie de trinchera, amuleto, arma con la que se puede seguir adelante.
POÉTICA
Di la verdad.
Di, al menos, tu verdad.
Y después deja que cualquier cosa ocurra:
que te rompan la página querida,
que te tumben a pedradas la puerta,
que la gente se amontone delante de tu cuerpo
como si fueras
un prodigio o un muerto.
Heberto Padilla
DE BUENA FAMILIA
De buena familia
En tiempos difíciles
Heberto Padilla
(1932–2000)
EN TIEMPOS DIFÍCILES
A aquel hombre le pidieron su tiempo
para que lo juntara al tiempo de la Historia.
Le pidieron las manos,
porque para una epoca dificil
nada hay mejor que un par de buenas manos.
Le pidieron los ojos
que alguna vez tuvieron lagrimas
para que contemplara el lado claro
(especialmente el lado claro de la vida)
porque para el horror basta un ojo de asombro.
Le pidieron sus labios
resecos y cuarteados para afirmar,
para erigir, con cada afirmacion, un sueño
(el-alto-sueño);
le pidieron las piernas,
duras y nudosas,
(sus viejas piernas andariegas)
porque en tiempos dificiles
¿algo hay mejor que un par de piernas
para la construccion o la trinchera?
Le pidieron el bosque que lo nutrió de niño,
con su árbol obediente.
Le pidieron el pecho, el corazon, los hombros.
Le dijeron
que eso era estrictamente necesario.
Le explicaron después
que toda esta donación resultaría inútil
sin entregar la lengua,
porque en tiempos difíciles
nada es tan útil para atajar el odio o la mentira.
Y finalmente le rogaron
que, por favor, echase a andar,
porque en tiempos difíciles esta es, sin duda, la prueba decisiva.
Fuera del juego (1968)
POR LA NACION O UNA CUESTION DE ESTETICA
NOTICIA TRISTE E INDIGNANTE
Ante la presión de diversos medios de comunicación chinos, el director musical del espectáculo admitió que usaron la técnica de ‘playback’ porque la niña dueña de la voz no tenía la imagen que querían proyectar.
Yang Peiyi es la verdadera intérprete del tema inaugural de los juegos olímpicos, pero fue reemplazada por Lin Miaoke. (AFP/AP)
AFP. La niña china que supuestamente entonó la “Oda a la Patria” durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín cantó en ‘playback’ porque la verdadera cantante no era lo bastante guapa como para representar a China, admitió el director musical del espectáculo.
“Queríamos dar una imagen perfecta y pensamos en lo que sería mejor para la nación”, declaró Chen Qigang en una entrevista a la televisión china, de la que se hacía eco el portal Sina.com, antes de que sus palabras desaparecieran.
El martes por la mañana, varios medios de comunicación chinos alababan con fotografías incluidas a Lin Miaoke, de nueve años, como una “estrella en ascenso”. Pero no decían ni una palabra de Yang Peiyi, una niña regordeta de siete años con los dientes desordenados, pero con una gran voz.
“Era una cuestión de interés nacional. La niña tenía que aparecer ante las cámaras, debía ser expresiva”, justificaba Chen, célebre compositor chino. “Lin Miaoke es excelente para todo eso. Pero en cuanto a la voz Yang Peiyi es perfecta. Todo el equipo estaba de acuerdo”, añadió el director musical.
Chen añadió que la decisión final de que Lin cantara en ‘playback’ se tomó tras un ensayo al que asistía uno de los máximos dirigentes del Partido Comunista Chino (PCC).
“Nos dijeron que había un problema y que había que resolverlo. Lo resolvimos”, declaró el músico sin dar más detalles sobre esa orden ni sobre quién la dio.
Miaoke actuó el viernes por la noche durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín ante las 91.000 personas que colmaban el estadio del ‘Nido de Pájaro’ de la capital china y ante los miles de millones de telespectadores de todo el mundo.
El asunto no interesó demasiado a la prensa china pero sí dio que hablar a los internautas, que critican esa maniobra. “Es insultar a la verdadera cantante y a la gente que le escuchó”, decía uno en la web Netease.