Pese a todo, la deuda es con uno mismo

En estos tiempos posmodernos, en los que estamos desprovistos de ideologías, en los que los metarelatos son insuficientes para darnos alguna certeza sobre el mundo y las personas, se hace necesario, urgente, tener algo que nos permita sobrevivir, seguir dando la batalla. De vez en cuando el espíritu se cansa y da ganas de bajar la guardia, dejarse golpear y caer, esperar en la lona que el réferi nos dé la cuenta final, En esos momentos necesitamos una palabra, un amigo, una fe.
Aquí un poema, especie de trinchera, amuleto, arma con la que se puede seguir adelante.

POÉTICA

Di la verdad.
Di, al menos, tu verdad.
Y después deja que cualquier cosa ocurra:
que te rompan la página querida,
que te tumben a pedradas la puerta,
que la gente se amontone delante de tu cuerpo
como si fueras
un prodigio o un muerto.

Heberto Padilla

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