Protección laboral y nueva imagen sindical.Por Jorge Toyama

De acuerdo a los estudios del Banco Mundial (“Doing Business”), el Perú está entre los 30 países -de 181 economías- del mundo que tienen una regulación laboral muy proteccionista. Sin embargo, las normas laborales son “letra muerta” para la mayoría de la población peruana pues solo uno de cada cuatro trabajadores está en planillas. Un rasgo sintomático de lo expuesto se revela en la reciente encuesta de la PUCP.

En efecto, el 91% de los encuestados señala que se siente poco o nada protegido por las leyes laborales, lo cual revela el tremendo nivel de incumplimiento de la legislación laboral que genera que sólo el 32% y 23% de los encuestados afirme que tiene seguro de salud y plan de jubilación, respectivamente.

¿Cómo están actuando los sindicatos? Hay sindicatos con dirigentes que, sin abandonar sus pretensiones, tienen capacidad de diálogo, muestran apertura, inclusive algunos han solicitado a la ONPE garantizar sus elecciones sindicales. Hay, de otro lado pero en menor medida, dirigentes intransigentes con solo sustento ideológico sin capacidad de propuesta razonable o de brindar apertura alguna.

En este marco y frente a los bajos niveles de protección laboral y social, la actuación de los sindicatos tiene hoy en día, cada vez más, una mejor percepción entre la población. Así, un 74% considera que los sindicatos son un medio efectivo para proteger los derechos laborales mientras que un 69% estima que las personas que organizan un sindicato se preocupan por la situación de sus compañeros de trabajo y un 60% no cree que el sindicato se forme para crear conflictos.

En el 2008, de acuerdo a la información del Ministerio de Trabajo, se afiliaron casi 20,000 trabajadores a un sindicato. Sobre la base de una sólida asesoría (abogados, economistas y hasta asesores de marketing), los sindicatos se han modernizado y las herramientas para presionar una negociación colectiva, una suspensión o cese y modificaciones de condiciones salariales y de trabajo, son más eficientes.

Así, se aprecian sindicatos que capacitan a sus afiliados en técnicas de negociación; cuentan con un networking y benchmarking que les permite un conocimiento del mercado y actuar conjuntamente; hay mayores niveles de articulación sindical: acceden a los medios, clientes y consumidores para denunciar actos antisindicales; tienen acercamiento con el entorno político; y, utilizan constantemente las denuncias ante el Ministerio de Trabajo y Poder Judicial. En paralelo, brindan ventajas a sus afiliados a tal punto que compiten con las gerencias de gestión humana: capacitación en manejo de economía familiar, voluntariado, fondos asistenciales, eventos,
reconocimientos, asesoría legal gratuita, etc.

La encuesta PUCP evidencia, en definitiva, los cambios en el mundo sindical peruano de los últimos tres años y, en general, se aprecia que los sindicatos están trabajando mucho y han mejorado su percepción: de radicales, ociosos y hasta senderistas, han
pasado a tener una imagen de modernidad, apertura y mejores estrategias. Estos cambios son positivos para el país pues un buen sindicato es una de las formas de lograr mayor y mejor protección laboral y social.

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