El  daño moral causado al demandante por no haberse determinado desde el principio la verdad biológica del menor, pues, desde que se le comunico el embarazo hasta que conoció el resultado de las pruebas biológicas a finales de 2006, ha vivido con el convencimiento que el menor era su hijo, proyecto que se ha visto mutilados como consecuencia de la verdad biológica impuesta, causando una pérdida de afectos y un vacío emocional, además del sentimiento de profunda frustración que ha generado en el demandante la situación padecida, lo que evidencia la obligación de resarcimiento. falsa atribución de paternidad

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