Las protestas en Chile, el otrora “Suiza latino”

[Visto: 559 veces]

Las protestas en Chile, el otrora “Suiza latino”

Chile era una olla a presión que iba a estallar tarde o temprano. Lo que sucede con Chile es que es un país que sigue la teoría económica de Milton Friedman, donde todo se privatiza: la salud, la educación e incluso el agua; donde la población depende de sí misma para subsistir. Incluso, persisten las AFPs al mismo estilo que fue aplicado en Perú, donde las empresas aseguradoras son las que se benefician de los aportes obligatorios que tienen que hacer las personas de a pie, frente a una maquinaria de seguros construida de manera fallida donde los únicos que sufren los embastes económicos son los mismos aportantes, y peor aún es que los efectos lo sufren en su vejez.

En Perú, vivimos en un estado social y democrático de derecho, donde las necesidades básicas están cubiertas por el Estado, suena ideal, sin embargo, podemos advertir que la calidad en los servicios de salud públicos es paupérrima, y las universidades de baja calidad abundan a consecuencia de la privatización y la creación de universidades con fines de Lucro durante los años 90, el sistemas de pensiones privado prácticamente es inexistente y el público ha sido arrasado. Como consuelo, en materia de educación, podemos notar la actual excelente labor titánica de SUNEDU porque ha cerrado universidades que son grandes e imponentes, cuyos dueños tienen presencia en el gobierno, y que a pesar de ello, no cumplen con los estándares de calidad.

Los chilenos no habían protestado ante la injusticia de manera tan extrema como hace unas semanas, a lo mucho hace unos años se veían protestas donde se pedía una educación gratuita y de calidad, o donde protestaban contra las AFPs. Actualmente, los chilenos protestan por servicios públicos gratuitos y de calidad, porque al parecer el chileno no puede pagar para ser chileno. Es importante especificar que no se está protestando por un cambio de modelo económico, sino que se pide un estado más inclusivo, con rostro más humano.

Chile hasta hace unos años había sido denominado como “la Suiza de Latinoamérica”, o el país latinoamericano que había logrado surgir como el modelo donde el liberalismo extremo había tenido éxito.

Se jactaban de que su PBI era alto. Ahora entra en discusión si el desarrollo social de la población de un país se mide de acuerdo con el tamaño del PBI. Es evidente que no. En un modelo como el Chileno, una persona usa su remuneración para pagar absolutamente todos los servicios para poder mantener su calidad de vida: alimentos, educación, salud, desempleo, etc. E incluso todos esos servicios son muy costosos. Evidentemente, la capacidad de ahorro de un ciudadano bajo ese contexto queda mermado o inexistente.

Recordemos que esas mismas políticas fueron implantadas por Thatcher y Reagan en los años 70 en plena guerra fría, generando una grave crisis entre los ciudadanos porque no podían pagar los costos de vida. Llama la atención que en Islandia, en los 80, también se privatizaron muchas empresas pero se invirtieron en servicios públicos de calidad, y que ahora Islandia sea un país rico. Sin ir muy lejos, en Perú con el fujishock se sinceraron los precios subsidiarios por la inflación y se privatizaron empresas, a consecuencia de ello aumentó la brecha entre ricos y pobres, pero a diferencia de Islandia, en Perú ese dinero fue a parar a la corrupción.

En este contexto de unión entre el empresariado y el gobierno, es que los nuevos ricos, o grandes empresas surgen y se benefician. Los ricos se hacen más ricos, y los pobres se hacen más pobres. La desigualdad aumenta.

Este tipo de políticas genera una brecha alta entre los ricos y los pobres, no en términos despectivos sino que realistas. Con ricos me refiero a como  en el  caso del Perú: los “Nuevos 12 apóstoles de la economía peruana”, de acuerdo con el historiador Durand, que son las familias Miro Quesada, Acuña, Pastor, etc.

https://larepublica.pe/politica/1103405-los-nuevos-12-apostoles/

De acuerdo con Pickety, en su libro “El Capital en el siglo XX”, bajo un contexto europeo o más francés, propone que la riqueza debe ser redistribuida, es decir, que un ejecutivo que gana 10 millones de dólares al mes debe pagar un porcentaje de impuestos del 80% como fue en EEUU hasta antes de la era Reagan, sí, como se puede observar, los liberales tienen a reducir los impuestos de las empresas o de los que ganan sueldos multimillonarios.

Para no ir muy lejos, otro ejemplo sería como el de los árbitros que beneficiaron a Odebrech y que el día de ayer 05.11.2019 fueron encarcelados preventivamente por haber recibido coimas de 1 millon de soles para beneficiar a Odebrech en el arbitraje contra el Estado, cuando debieron haber recibido 140 mil soles por sus servicios. En fin.

Y todo esto ¿cómo se relaciona con los derechos laborales? En la frustrada Política Nacional de Productividad y Competitividad de diciembre de 2018, y en la Agenda País que es una propuesta de la Confiep para hacer del Perú más “competitivo y productivo”, proponen que se les reduzca impuestos para que así contraten a plazo indeterminado a los trabajadores. Además, que se les reduzca impuestos para capacitar a los trabajadores.  Los 12 Apóstoles le rehúyen a los impuestos, y están dispuestos a meterse en la misma bolsa que los microempresarios para confundir a los desinformados, diciéndonos que los derechos laborales son costosos y que por eso existe tanta informalidad laboral. Cuando todos sabemos que actualmente ya existen regímenes especiales de las microempresas y agroindustria que reducen derechos laborales.

En fin. Parece que la redistribución o el poco elegante llamado “chorreo” de Toledo, es una alternativa para acabar con esta brecha abismal entre ricos y pobres.

Aun así me sorprende que haya economistas ultraliberales como Axel Kaiser, que incluso cuestionan la razón de la existencia del sueldo mínimo, y que afirman que este debe ser fijado entre el trabajador y la empresa como en un contrato civil, regresando al siglo XIX. Excluyendo la participación del Estado como supervisor, e incluso cuestionando conceptos básicos como la razón de la existencia de los derechos laborales, que tiene una naturaleza tuitiva.

Esto, añadido a que el sector empresarial propone en la Agenda País despedir sin causa! Lo cual resulta inverosímil y añadiría que atentaría contra la seguridad jurídica de los contratos laborales. Dado que los trabajadores vivirían en incertidumbre de saber si tendrán trabajo al día siguiente. Lo cual se contradice con la teoría liberal de que los contratos y la propiedad se respetan en una sociedad civilizada. Incluso para Adam Smith, tal idea es antiética, de acuerdo con la Teoría de los sentimientos morales.

Si a la realidad chilena le agregamos lo que propone el empresariado peruano de contratar a plazo fijo y despedir sin causa, se acuña el desastre social y no me sorprendería que surgiera un nuevo Sendero.

¿Perú debe preocuparse? De acuerdo con el economista Oscar Dancourt     entrevistado por el parlamentario andino Alan Fairlie, el Perú ha crecido solamente 3%, estancado así entre el 2013 y 2018, mucho antes de la ridícula crisis entre el ejecutivo y el congreso. Y que la inmigración venezolana ha creado más desastre: desempleo.

Entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=Qz2iohAeChM

¿A qué se debe esto? El Perú es un país primario exportador que depende de vender recursos minerales a países como China. El gigante asiático es una competencia directa de EEUU, y luego de las peleas de Huawei con EEUU parece que el mundo ha temblado un poco y nuestras economías dependientes de vender piedras también.

Lo peor es que el Perú parece estar condenado a ser dependiente, la misma constitución lo señala. No se puede hacer empresas, solamente está autorizado cuando las empresas privadas no produzcan.

Art. 60 de la Constitución: El Estado reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa.

Solo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional.

La actividad empresarial, pública o no publica, recibe el mismo tratamiento legal.”

Además que no sorprendería que los Tratados de Libre Comercio con China nos prohíban a producir industrias que hagan empresas en base a los recursos naturales, todo ello reservado para las industrias chinas. La minería no produce trabajo como si las empresas e industrias, China genera trabajo para los chinos. Es por eso que China es tan rica y Perú es tan pobre. A ello, añadámosle los conflictos sociales como de Tía María, conflictos sobre lo único con lo que subsistimos.

¿A donde voy con todo esto? El sector empresarial suele culpar a los derechos laborales como los que detienen el desarrollo de un país cuando claramente los problemas son mucho más grandes.

Será por eso que en Perú trataron de implantar la Política Nacional de Productividad y Competitividad publicada en diciembre de 2018 y reformada por el Plan Nacional de Competitividad del 28 de julio de 2019? Es decir, reducir los derechos laborales porque de aquí a unos 20 o 30 años China puede tomar la posta como el nuevo líder del orden mundial, y ya conocemos cómo es su sistema de derechos laborales: made in china.

Para no terminar como Chile, el Perú debe apostar por las medidas no monetaristas sino enfocadas en invertir en el capital humano: inversión en educación de calidad y con propósitos: educación técnica, educación en derechos laborales, tributos, educación para la creación de empresas, en economía. De tal forma que los ciudadanos estén capacitados para el trabajo y hagan empresas de calidad que generen más trabajo.

Este es un pequeño artículo, actualmente estoy trabajando en un libro que desarrolla muchos temas tratados aquí.

****Continuará.

___________________________________

El libro recomendado de la semana:

Quiero recomendar el libro de la historiadora peruana Marie Arana. “SILVER,SWORD,AND STONE” Three Crucibles in the Latin American Story. Que da una visión a por qué repetimos los mismos errores en Latinoamérica, y que el racismo es un grave problema que está invisibilizado. Al respecto, estrictamente las razas no existen, solo fenotipos o grupos étnicos, pero aun así es interesante.

 

Adjunto la reseña del New York Times. https://www.nytimes.com/2019/08/27/books/review/silver-sword-and-stone-marie-arana.html

 

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *