Cynthia Tellez

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Quiero escribir para dilucidar la imaginación escondida, detrás de todos esos cúmulos de información memorizada, durante años de estudio, sin creatividad. Tal vez sea bueno contar que toda mi infancia y adolescencia estuvieron fuertemente marcadas por tener inteligencia superior. “Tú puedes hacer mucho”, recuerdo bien que pase, luego de hacer un año en el jardín, al primer grado con tan solo 5 recién cumplidos; siempre fui una de las menores de mis clases, incluso en la academia, donde era de la selección con tan solo15 años, mientras todos los demás tenían algunos ciclos postulando.
El deseo de mis padres de que fuera una científica era tan grande que nunca me dejaron dedicar tiempo a nada que tuviera que ver con el arte, incluso me cambiaban de deporte tan pronto como alguno de mis entrenadores dijera que podría hacerlo de manera competitiva, aunque esto está superado porque pertenezco a la selección de softball de la universidad. Estas situaciones hicieron que, en alguna época de mi vida, la depresión fuera tanta que recibí ayuda psiquiátrica. Aunque está superada y puedo resaltar que fue Dios quién mas me ayudo, todavía me quedan las ganas de escribir y crear, ya que siempre se me prohibió hacerlo.
Quiero crear realidades, personajes, conversaciones, sueños, anécdotas, vivencias, escenarios que al combinarse dejen una sensación dulce, amarga, ácida, burbujeante o desconocida.
Deseo que al leer mis cuentos o la mayoría de ellos no parezcan vacíos o torpemente realizados; sino que sorprendan, causen extrañeza, dejen ganas de meditar, o incluso sean tan claros que se entienda mi esfuerzo por despertar la parte más divina de nosotros, la parte que nos hace creatura y criaturas de Dios a su imagen y semejanza. “Ese deseo de tendencia a lo bueno, a lo infinito, a lo eterno, a la felicidad”.
Por ultimo quiero que todos y cada uno de mis cuentos sean muestra de un arduo trabajo en el uso de las técnicas de redacción que aprenderemos este ciclo; que la expresión correcta de mis ideas, quede en sus mentes y, si es el caso, cale en sus corazones.

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