“Mónaco” por Alex Garland

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sterlin moss

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Mónaco está lleno de historias.
El primer ganador de la carrera, en 1929, se inscribió solo como “Williams”. Algunas leyendas dicen que era un aficionado acaudalado.; otras, que un humilde chófer. Pero su verdadero nombre era William Groover y pilotó para el equipo Bugatti. Medio inglés, medio francés, Grover se alistó en calidad de conductor en el cuerpo de la Armada Real, donde gracias a ser bilingüe fue reclutado por el cuerpo de operaciones especiales en 1942. Lo entrenaron para ser un agente secreto y lo lanzaron en paracaídas sobre Francia, donde aterrizó cerca del circuito de Le Mans. En Paris organizó una red de sabotaje y reclutó para ella a otros dos pilotos franceses, Benoist y Wimille.
En 1943 se descubrió la red. Grover fue torturado por la Gestapo y luego ejecutado. Benoist escapó, pero volvieron a capturarlo en 1944 y murió en Buchewald.
No sé qué le pasó a Wimille.

Pero conseguí la foto.
La muchacha se agarra a la valla con la mano libre, tiene la cabeza echada hacia atrás y la espalda arqueada. El joven se incorpora a medias en su asiento. Un cliente mira hacia allí, al parecer acaba de comprender lo que está haciendo la muchacha. Otro comensal se vuelve hacia adelante, donde el Ferrari pierde su tren posterior en medio de una nube de caucho en llamas.

Alex Garland (Londres, 1970) ha escrito dos libros titulados The Beach (1997) y The Tesseract (1998) y en “Mónaco”, cuento escrito específicamente para la antología Los nuevos puritanos, publicada por Nicholas Blincoe y Matt Thorne, materializa un esquema típico de la narrativa contemporánea: el montaje de secuencias narrativas en paralelo y simultáneas. Otro cuento, “La punta” de Charles D’Ambrosio (Seattle, 1960), que incluye Juan Fernando Merino en su variada Habrá una vez. Antología del cuento joven norteamericano sirvió para ilustrar a los talleristas sobre el tipo de secuencia favorita de Mario Vargas Llosa: el montaje en paralelo con retrospección y dato escondido. Con la libertad de optar por una secuencia narrativa u otra,, los talleristas presentaron sus cuentos, de los que rescato para el comentario los que me parecieron ejercicios notables.

Puntuación: 5.00 / Votos: 1

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