Todos pasamos por días complicados, a veces hasta dolorosos y, cuando esto ocurre, honestamente lo que más nos provoca es huir, no pensar y no sentir, menos solucionar.
Muchas veces esta puede ser la primera idea que llega a nuestra cabeza, que luego nos ocupamos en sacarla de ahí, obligándonos a hacer algo.

Lo cierto es que es adecuado tomar decisiones certeras con el fin de solucionar esto que nos incomoda, como también podría ser válido optar por no hacer nada, sentir el malestar (aunque sea un momento), sentir temor, esperar recibir confort de nuestras personas importantes, equivocarnos también.

Es importante ser consciente que no siempre tenemos que ser exactos, perfectos, no siempre todo tiene que marchar cual reloj suizo, no, somos  humanos y, en tal medida, también necesitamos experimentar que no siempre vamos a estar bien; además, juzgarnos (o permitir que otro lo haga), en esas cosas que no nos salen tan bien, sobre todo en estos tiempos, no es la mejor decisión. También está bien, no estar bien. 

Paciencia, ya lo haremos mejor y, si no lo conseguimos con nuestros propios medios, habemos profesionales dispuestos a ayudarte.

¡Que siempre estemos bien!