La comunicación es pieza fundamental para el mantenimiento de todo tipo de relación que decidamos sostener, sea con la familia, amigos, pareja, etcétera.

Esto implica no sólo “escuchar” al otro, es también hacer esfuerzo por entender, validar y, consecuentemente, respetar, por  más que no estemos de acuerdo con lo que, en ese momento, la persona quiere comunicar.

La comunicación es la única manera que tenemos de relacionarnos con los demás, hagamos que esta fluya de manera saludable, no sabemos las cosas importantísimas que podemos ganar o perder. Es necesario entender que es lavía con la que contamos para entender el mundo y, sobre todo, a nuestras personas importantes.

En tal medida, aprender a comunicarnos de manera asertiva puede llegar a ser complicado en el día a día, sobre todo con la carga constante que se deposita sobre nuestros hombros; sin embargo, si lo conseguimos nos garantizamos nuestro propio bienestar, así como también el de nuestras personas importantes.