El día 5 de septiembre no fue un día cualquiera para los alumnos de la aula I-117 de la facultad de Arte, ni para el obrero que pintaba el techo. Preocupación, nerviosismo en aquel momento de la caída se debió sentir, más por los afectados: el obrero Francisco Campos, los alumnos Ítalo Flores y Satomi Yolanda.
Aquel día los alumnos salieron a reclamar y por su puesto los medios cubrieron los detalles.
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