Por Antonio Zapata
Un día como hoy –diez años atrás– se presentó el Informe Final de la CVR. En ese momento, el pensamiento conservador, vinculado a los poderes fácticos, inició un debate semántico. La primera cuestión fue alrededor del término “partido político” para caracterizar a Sendero. Los críticos de la CVR no quisieron reconocer el origen ideológico del levantamiento senderista ni la voluntad de poder que animó a sus militantes. Se sostuvo que al llamar a SL “partido político” se negaba su condición de terrorista y se lo asimilaba a la democracia. Nada más falso, puesto que se conoce de partidos políticos autoritarios y genocidas, como el fascismo de Mussolini y el nazismo de Hitler, entre otros.