Por Ronald Gamarra
La ordenanza sobre el derecho a la igualdad y no discriminación por razones de identidad de género u orientación sexual, cuya propuesta ha sido puesta en debate por la Municipalidad de Lima, representa un hito que es necesario resaltar. Los DDHH fueron un asunto ajeno a la comuna metropolitana en la última década, pero la alcaldesa Susana Villarán ha decidido comprarse el pleito y liderar la lucha contra la discriminación –ese mal crónico que envenena cotidianamente nuestra sociedad–, comenzando por los derechos de una comunidad especialmente marginada y escarnecida como la homosexual.