Por Domingo Namuncura*
Con un gobierno conservador que no comprende la realidad multicultural de nuestra sociedad, que no está dispuesto a encaminar propuestas interculturales, y que es refractario a la diversidad como lo demuestran temas recientes en Sernam, es casi inevitable que la relación entre Pueblos Indígenas y Estado transcurra en medio de tensiones. Sobre todo si no hay señales de querer dialogar sobre los temas que marcan la agenda desde hace ya demasiados años.