Por Jorge Rumrrill
Para quienes todavía dudaban que la hoja de ruta del gobierno del presidente Alan García post tragedia de Bagua del 5 de junio es la polarización y la confrontación para defender el modelo neoliberal y el continuismo político con uñas y dientes, el parchado gabinete presidido por Javier Velásquez Quesquén es una señal que está diciendo a todos los peruanos que lo que se viene en los dos años finales del gobierno es realmente la “guerra” anunciada por el presidente.
Velásquez Quesquén, que como presidente del Congreso guardó bajo siete llaves las conclusiones de la comisión multipartidaria que opinó que los decretos legislativos que los indígenas amazónicos reclamaban su derogatoria eran anticonstitucionales, es el nuevo primer ministro encargado de poner en marcha la maquinaria del “orden” en el país.