Por Luis Jaime Cisneros
Nadie duda de cómo la globalización ha obligado a modificar costumbres que parecían inconmovibles. Todos admiten que estamos viviendo los inicios de una sociedad del conocimiento y del consumo, y hay artículos por doquier que nos dicen cómo esto afectará a la economía, a las inversiones. A veces, también se menciona a la educación. Y ese es el terreno en que comprobamos cuán difícil es el acceso.