Por Guillermo Giacosa
Pertenezco al grupo de personas a quienes la realidad política las lleva –involuntariamente– a navegar entre el asombro y la indignación. Creo que la flexibilidad y la tolerancia son virtudes mientras no sean utilizadas para admitir aquello que burla los principios elementales sobre los que debemos construir nuestra convivencia social. La mentira o el ocultamiento de la verdad, que es más o menos lo mismo, es un campo en el cual muchos periodistas –sin saberlo o sin admitirlo– pierden su condición moral de tales.