Por Augusto Álvarez Rodrich
Excelente macroeconomía pero pésimo en lo social.
La mejora de seis posiciones alcanzada por el Perú en el ranking mundial de competitividad de este año parece una muy buena noticia para el país, pero no lo es tanto porque, en realidad, desnuda el severo problema de los últimos años de que los gobiernos peruanos solo se sacan sobresaliente en la asignatura de la política macroeconómica pero salen jalados en casi todo lo demás.