Vía el twitter de AiaPaec:
Fuente: Útero de Marita Sigue leyendo
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Por Santiago Alfaro Rotondo
Los orígenes del conflicto con los pueblos indígenas están en la incapacidad del Estado para reconocerlos como sujetos de derecho.
Por un lado, el Estado y múltiples empresas utilizan las expresiones culturales de los shipibos o asháninkas como un recurso para promover el turismo y ofrecer mercancías. Y por el otro, las demandas políticas de esas mismas poblaciones o no son escuchadas o se las concibe como el producto de la ignorancia y la manipulación de agentes externos, privándolas de toda capacidad para tomar decisiones de manera autónoma. Los pueblos indígenas de la Amazonía siguen siendo vistos solo como sujetos estéticos y no de derechos, como postales y no ciudadanos. Como consecuencia: palmas para Juaneco y su Combo, balas para los awajún.
Por César Hildebrandt
Es una derrota política para el gobierno, una admisión explícita de su sangriento error, y una desilusión para el sanchecerrismo del siglo XXI, que lo que quería era un Marañón de sangre.
Es también una luz verde para el reinicio del diálogo. Un diálogo que tendrá que plantearse sobre bases nuevas, la primera de las cuales habrá de ser la del respeto por la intangibilidad de los territorios comunales y la consideración por las tradiciones y los derechos históricos de las tribus que pueblan el oriente peruano.
Es un paso atrás gubernamental que, casi de seguro, no habrá de satisfacer a los dirigentes más radicales del movimiento selvático, cautivos de una prédica que sólo admite victorias absolutas.
Por Tomás Borge
Embajador de la República de Nicaragua
Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
¿En que se parecen Yehude Simon, Alan García, Dionisio Romero y Gastón Acurio? En que son inteligentes, aprovechan oportunidades, y en que se sienten, cada uno a su manera, de izquierda.
El premier Simon lanzó la alianza entre el Apra y la izquierda ‘madura’ (o sea, ‘yo mismo soy’). Después, el presidente García se proclamó “verdadero izquierdista porque doy agua, luz, carreteras; eso le da un sentido a la justicia social, no el palabreo, el desorden ni la amenaza”. Su explicación –tipo Capeco– es que “la verdadera izquierda es la que da títulos de propiedad, la que hace asfalto”.
El tercero es nada menos que Dionisio Romero, quien acaba de revelar –sin que se percibiera un tono de ironía– que “soy un hombre de centro izquierda”, lo cual constató en un test que le hicieron hace tiempo, cuando estudiaba en la Universidad de Pomona, y “salí bien a la izquierda del espectro político”.
Por Ángel Páez
Un comité de expertos presenta al jefe de Estado un plan estadístico para “radiografiar” la población – Sectores sociales temen la vuelta de discriminaciones del pasado
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA – París – 25/03/2009
Por: César Hildebrandt