Una selva puesta de cabeza, un desierto que se abre paso. Mineros semidesnudos, el mercurio y su brillo, hacinamiento, violencia, burdeles, menores de edad en los burdeles, un pueblo perdido. Dinero, casas de cambio, una vida medida en onzas. Oro.
Eso es la minería informal en Madre de Dios. Una región de la que cada año se extrae 17 toneladas de oro, pero que no registra el más mínimo avance favorable.
El fotógrafo Miguel Bellido capturó estas imágenes que, de alguna manera, obligan a uno a mirar el real desastre ante el cual nos enfrentamos.
Fuente: La Mula.pe