Por Luis Hernando Restrepo*
Por Luis Hernando Restrepo*
La Conferencia que se realizó en la localidad de Tiquipaya a 15 kilómetros de la ciudad de Cochabamba en Bolivia, se convirtió en un evento sin precedentes para los pueblos del mundo. Se logró un proceso importante para buscar resultados contundentes para frenar el cambio climático.
Durante la conferencia, las mesas de trabajo plantearon la organización de los pueblos indígenas originarios de todo el mundo, para fortalecer la articulación y organización de los pueblos, conformando así un “Consejo Mundial de los pueblos Indígenas Originarios contra el cambio Climático” y en donde las naciones reconozcan jurídicamente la existencia y la propiedad de los territorios, tierra y recursos naturales que han poseído tradicionalmente como pueblo y naciones indígenas originarias.
Se consideró el “Buen Vivir” como la principal propuesta de los pueblos indígenas para enfrentar la crisis climática y retomar la armonía con la Madre Tierra.
Movimientos indígenas y sociales como La Vía Campesina (LVC), la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, y delegados oficiales de Bolivia y de otros países del mundo han sido participes del proceso de la Cumbre para generar verdaderas soluciones ante el cambio climático.
Bolivia se destaca hoy como una potencia mundial al momento de hablar del respeto y de responsabilidad ante los derechos de la “pachamama”. La cumbre climática de los pueblos generó un punto de quiebre de las políticas tradicionales neoliberales y de las actitudes tomadas por las potencias hegemónicas frente al cambio climático de los últimos años, y convocó a participar a todos los pueblos del mundo a generar propuestas para un verdadero resultado a favor del medio ambiente.
Con la presencia de más de 35 mil personas llegadas de todos los rincones del mundo, la cumbre fue fiel a sus políticas de ser una reunión pionera por el cambio social y ambiental.
En declaraciones a la prensa boliviana, el canciller del país sudamericano, David Choquehuanca, aseguró que participaron mas de 9 mil extranjeros de 142 países y 25 mil bolivianos que llegaron de distintos lugares del país representados en importantes delegaciones sociales e indígenas, afirmando también que las expectativas se vieron superadaz y que sin duda alguna la conferencia logra el éxito que buscó desde un principio.
Como reacción a la fallida cumbre en Dinamarca y en respuesta a los resultados negativos por parte de los países más influyentes, los delegados de la conferencia y el propio presidente de boliviano Evo Morales solicitaron la creación del Tribunal Internacional de Justicia Climática, la cual tendría su sede en Bolivia y que se encargaría de sancionar penal y civilmente a los estados nacionales y organizaciones que violen los tratados que surjan a partir de los resultados de la Cumbre Climática.
Pese a la poca cobertura por parte de los grandes medios de comunicación, los resultados de la reunión han logrado un impacto internacional, y una especial mirada hacia las propuestas que presenta Latinoamérica ante el resto del mundo con respecto a los derechos del planeta tierra. Afirmó el Gobierno boliviano durante las mesas de trabajo que “este es un proceso que viene desde abajo, viene desde abajo para compartir con los que están con los de arriba, para que nos escuchen”.
La Conferencia Mundial representó un lugar especial en donde las personas y comunidades que participaron se conocieron y compartieron experiencias para construir propuestas alternativas, y de manera comunitaria y participativa trabajar en acciones para defender la vida.
La Madre Tierra cumplió otro año más vida. (1). Pero en esta ocasión fue un acontecimiento especial, y en su cuadragésimo aniversario de celebraciones por su día, recibió un regalo ejemplar por parte de la conferencia climática que logró un verdadero cambio de conciencia social y ambiental, dándole al mundo una oportunidad de larga vigencia para sus futuras vueltas alrededor del sol.
Nota:
* Luis Hernando Restrepo es un estudiante colombiano de periodismo.
Fuente: Recibido de Entorno, boletín especial de CUBARTE. Fuente original: APM