Aquella vez el mandatario pidió perdón a las comunidades de esta parte del país, una de las más golpeadas por la violencia ejercida por militares y guerrilla, por los vejámenes a los que se han visto sometidos durante años que incluyen desplazamiento, homicidio y amedrentamiento.
El Cauca solo tiene el 10 por ciento de las carreteras pavimentadas y el 60 por ciento de la población está bajo el umbral de pobreza. Según el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), más de 2.500 civiles fueron afectados por el enfrentamiento armado interno en el último año y medio en el norte del Cauca, y un centenar de ellos murieron.
Las declaraciones de Santos se dio en el marco del diálogo que su gobierno lleva a cabo con los indígenas del sur de este departamento, quienes desde hace cerca de dos meses exigen la salida de la fuerza pública y de la guerrilla de las Farc de sus territorios.
Por su parte el comandante de las fuerzas militares recordó que los errores o violaciones a los derechos humanos perpetrados por miembros activos de las instituciones armadas del país, “están siendo juzgados por la justicia”, para evitar la impunidad.
Cabe destacar que pese a las sentidas palabras que tuvo el presidente con los indígenas éstas no sirvieron de fondo para el anuncio de nuevas políticas en favor de garantizar la integridad de los indígenas nasas, guambianos y paeces que se resisten a vivir en medio del fuego cruzado.
Se acordó instalar cuatro mesas de diálogo que tratarán las problemáticas de autonomía territorial, gobierno y autonomía indígenas y desarrollo de derechos económicos, culturales y sociales de los pueblos originarios.
Entre otras demandas también se cuenta el retiro de las concesiones para explotación de los recursos mineros y energéticos de sus territorios y no entregar más tierras para la realización de proyectos multinacionales.
Fuente: Servindi