Sin la licencia social que AGP negó y OH supo corregir, la real viabilidad es muy difícil. No porque cada cual haga lo que le dé la gana, sino porque los pueblos defienden su vida y salud frente a un Estado que históricamente no lo ha hecho por ellos, y más bien ha sido un facilitador de intereses empresariales que por generaciones abusaron contaminando y respondiendo, muchas veces, con míseras compensaciones por los daños.
Allí donde el Estado ha fallado como interlocutor entre empresa y poblaciones, es percibido como aliado de la empresa y por tanto desacreditado para atender sus demandas. El instrumento de consulta, desafortunadamente, sólo aplica a pueblos indígenas/originarios y no a colectivos urbanos. Pero sería coherente que el gobierno siga ese espíritu de la Ley de Consulta Previa para resolver conflictos como en Espinar o Conga.
Sin embargo pedir coherencia al gobierno parece ingenuo. No sólo por los ya conocidos saltos cuánticos de ideologías del ciudadano Ollanta Humala –de don Isaac, a la chavista, a la lulista, a la actual “derechista”– sino porque desde que empezó el lío Conga sus declaraciones han sido confusamente bipolares: Conga va, agua primero, oro sí, agua también, agua ante todo pero Conga va, etc. – como ha hecho con la “gran transformación”, cambiarle el contenido: ya no es la de la 1ra. vuelta sino la que él diga.
Con todo el derecho que tiene de cambiar de línea, más aún si es para mejor, pero su volubilidad no parece ser solo de palabra/ideología, sospecho que es más profunda y seria. ¿Sabe qué quiere el Presidente, sabe qué está haciendo? Un día dice que defenderá el agua, otro ordena palo y represión, llama soberbia a la minera, luego fustiga a los detractores. Y desaparece.
Los líderes de la protesta han sido maliciosamente intransigentes. Desde esa vez con Lerner incluso. ¿Es que OH no tiene quien le hubiera hecho un perfil de Santos para prever que esto estaba cantado? ¿O un eficaz “servicio de inteligencia social” que le dé información valiosa para sentar a Santos en Palacio desde el comienzo y dejarle claro que tenían que negociar?
¿O el gobierno sólo hará viable proyectos con Estados de Emergencia y represión desproporcionada? Santos y compañía están muy mal, pero el gobierno está peor. Y todos esperamos que ese no sea ahora el modus operandi. Ya son 16 los muertos “sociales”. Ni de derecha ni de izquierda, ni de pro o antimineros, son de todos y no queremos más.
Que el Presidente se sincere y nos diga si serel del cachorro o el que respeta y resuelve las preocupaciones del pueblo, ese pueblo al que le dijo hace 12 meses oro no, agua sí y que sigue esperando que vaya a explicarles por qué cambió.
Fuente: La República