El funcionario precisó que en Oaxaca, a diferencia de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, donde murieron 23 personas por desnutrición, se cuenta con un programa de 200 cocinas comunitarias y un plan del sector articulado de seguridad alimentaria que se ejecuta con apoyo del gobierno federal.
Por otra parte, Albino consideró que la dispersión de municipios en Oaxaca es el principal problema que afronta el gobernador del Estado, Gabino Cué, para luchar contra la pobreza y desigualdad.
Programas de apoyo
La autoridad, señaló que con aportes del Estado y de la cooperación internacional financian 10 programas integrales para enfrentar los indicadores de marginalidad.
Asimismo, afirmó que para la estrategia de política social del Estado se encuentran aprobados por la Cámara de Diputados mil millones de pesos.
El secretario de Sedeso afirmó que un consejo ciudadano, junto a diversas instituciones académicas, entre ellas la Universidad Autónoma de México, evaluarán el destino del dinero para la lucha contra la pobreza.
Estudio revela pobreza alimentaria
De acuerdo con el estudio “Los Derechos de la Infancia y Adolescencia en México, una Agenda para el Presente”, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los estados de Puebla, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz presentan los índices más altos de niños indígenas en condiciones de pobreza alimentaria.
El documento señala que en estas entidades federativas, viven en esta situación entre 100 mil y 350 mil niños y niñas de habla indígena.
Igualmente, el índice de pobreza alimentaria en niños de 3 a 17 años es de 70 por ciento, contrastando con el 23.5 por ciento a nivel nacional.
El estudio de la UNICEF, elaborado con datos de 2008 y difundido a fines de 2010, apunta que en la región comprendida por Puebla, Campeche, Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Guerrero y Veracruz, la tasa de mortalidad infantil es de 18.7 por cada mil nacidos vivos; mientras que la tasa de fallecimientos en menores de 5 años es de 26.1 por cada mil.
Vea el informe de UNICEF
Fuente: Servindi