Por Saúl Maldonado
“La mujer no tiene valor, es usada como objeto desde niña”, comenta la también psicóloga; “en la primera etapa de su niñez es la última en comer y sólo si sobra alimento, porque primero lo hace el padre de familia, después los hijos varones, la madre y al final las niñas”.
Así son tratadas hasta los nueve años, ya que en esta etapa de su infancia pasan a ser mercancía de intercambio o trueque, “los padres de familia las ‘ferean’ (cambian) por una vaca, por un chivo o algún animal de corral”.
Muchas de estas niñas, comenta la titular de Fundación Semilla, una vez que fueron intercambiadas son usadas por su dueño para prostituirlas.
Tan poco valor tienen las mujeres tepehuanas que en Laguna del Chivo una mujer fue quemada por celos del marido.
Durante las visitas que ha realizado Fundación Semilla a la zona de Mezquital han encontrado niñas de hasta nueve años que están embarazadas, “tenemos dos casos en que estamos ayudando a las menores en aquella zona”, comentó Janette Payán.
“No podemos hacer mucho, nosotros no podemos llegar a cambiarles los usos y costumbres, no podemos llegar y querer asistir con ayuda legal porque entonces no podríamos auxiliar a las mujeres que necesitan ayuda y correrían mayor peligro las que se acercaran a nosotros.
“Pero estamos trabajando poco a poco, ya nos permitieron en al menos 10 comunidades empezar con talleres de atención a la mujer”, dice la Presidenta de Fundación Semilla.
En estos talleres se les da asesoría a las mujeres en varios ámbitos, en lo alimenticio, en el cuidado de su salud y de su cuerpo, “estamos poco a poco ganándonos su confianza para tratar de influir poco a poco y lograr que las mujeres sean respetadas en esa comunidad”, señaló.
Fuente: El Siglo