Por su parte, Alfaro explicó en el programa que el cambio que han realizado algunas personas sobre su lugar de origen o sus costumbres responde a una actitud de defenderse de esta discriminación:
“En el proceso migratorio lo que se perdió es la cultura visible: la vestimenta tradicional, el uso público de la lengua, y los nombres. Por ejemplo, el uso de nombres norteamericanos. Es una estrategia para evadir la discriminación”, indicó.
En ese sentido, Ardito consideró que muchas personas no quieren aceptar que tal forma de discriminación racial exista, ya que es algo que les puede afectar.
“Cambiaron su lugar de origen, sus nombres, su vestimenta, su idioma, pero la discriminación subsistió porque subsistía el racismo. (…) Por eso las personas no quieren decir que hay racismo, porque es reconocer que hay algo mucho más poderoso, que es mucho más fuerte, que yo no puedo cambiar migrando ni cambiando de nombre. (…) Además, es un factor muy doloroso. Porque si yo reconozco que hay racismo entonces por más que yo me vista de cierta manera, hay algo más duro que a mí me puede tocar, o que le tocará a mis seres queridos”, explicó.
En otro momento de la entrevista, Ardito señaló que los estereotipos de belleza están muy arraigados en nuestra sociedad, incluso se expresan de forma muy agresiva en las tiendas comerciales.
“La sección para niños en Ripley es una sección para niños rubios. (…) La cantidad de barbies y ken, todos los superhéroes y hasta los niños en los carteles de ese lugar, todos son rubios. El niño que no es rubio y que entra en esa sección: o cree que es rubio o se queda traumatizado. Es un lugar donde no llevaría a ningún niño que no tuviera esos rasgos porque es sumamente agresivo”.
Por otro lado, Alfaro señaló que investigaciones han demostrado que el factor racial o el apellido en una persona, puede ser determinante para darle un puesto a alguien en un trabajo.
Fuente: Paradero Perú en La Mula.pe