Fuente: Defensoría del Pueblo. Elaboración: Otra Mirada
Los conflictos socioambientales son aquellos que enfrentan a la población y a las empresas que explotan los recursos naturales. En ese sentido, vale recordar el artículo el “El síndrome del perro del hortelano” escrito por el presidente García. En este artículo, se hace una apología del valor económico de nuestros recursos naturales, los cuales, se dice, deberían ser explotados al máximo en beneficio supuestamente del país. Para García, todos aquellos que se oponen al modelo de desarrollo que propone son “perros del hortelano” que no comprenden que la única forma de generar riqueza es poniendo en valor estos recursos.
Esta forma de entender el desarrollo se ha impuesto durante estos cinco años de gobierno mientras que, al mismo tiempo, se han extendido los conflictos sociales y ha aumentado la cifra de muertos como resultado de los enfrentamientos entre los pobladores y las fuerzas del orden. Según Diario 16, 103 peruanos perdieron la vida durante los distintos conflictos sociales que estallaron en el país este quinquenio que acaba. ¿Podría haberse evitado estas muertes? En opinión del ex Ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, en medio de la violencia de los conflictos existe una alta posibilidad de que se produzcan heridos y, a veces, muertos, sin embargo, unas fuerzas del orden bien entrenadas pueden reducir al mínimo la posibilidad de víctimas.
¿Por qué al presidente Alan García no le interesó reducir al mínimo la ocurrencia de víctimas fatales durante los conflictos sociales que estallaron, por ejemplo, en Bagua, Puno o Islay? ¿Existe una responsabilidad penal de Alan García al respecto? Esperemos que en el próximo Congreso se forme una comisión para evaluar la forma cómo actuó el gobierno de García frente a los conflictos sociales y que se investiguen las absurdas muertes ocurridas como consecuencia de la ineficacia y la irresponsabilidad de este gobierno.
Fuente: Otra Mirada